Con los buenos resultados ecónomicos de Star Crash era previsible que Luigi Cozzi recibiera el encargo de exploitear el último hit espacial llegado de Hollywood: Alien. Aunque, contra todo pronóstico, estuvo muy atado de pies y manos.
Más allá de evitar llevar la acción al espacio exterior y centrarla en suelo firme (por aquello de ser sabedor de los límites presupuestarios con los que contaba), poco más aportó. Los productores acabaron por imponerle el "Contaminación" en el título (en origen debía ser únicamente Alien arrives on Earth), cambiaron la localización de Santo Domingo por Colombia para ahorrarse pagar impuestos, exigieron más escenas de acción estilo James Bond (sic) y descartaron las elecciones actorales de Cozzi.
Si algo tiene de bueno el film es que sabe gestionar muy bien sus cartas. Nada más empezar ya tenemos un generoso número de torsos reventando (efecto que se repetirá de forma constante durante el metraje, siendo evidente la explotación total de la escena de John Hurt en el Alien original), después pasamos por un valle algo aburrido con toda la trama en Colombia pero que nos dejan gotitas de diversión con más cuerpos explotando y, sobre todo, el flashback de Marte que, la verdad, está muy bien conseguido. Y para el final dejan la aparición de ese gran marciano que Cozzi quiso hacer en stop motion (técnica que le obsesionaba bastante) pero terminó siendo un animatronic que a duras penas funcionaba. Pero la magia del cine hizo su efecto, y gracias al montaje con tomas muy rápidas tenemos un bicho gigante que puede recordar al de Invasores de Marte y que no desentonaría demasiado en cualquier science fiction americana de los 50. Todo ello amenizado con una banda sonora de Goblin.
Protagonizada por un puñado de actores alemanes por aquello que es un coproducción e Ian McCulloch (Zombi 2), Louise Marleau (en el papel que Cozzi quería darle a Caroline Munro) y Marino Masé (Tenebre), que no engaña a nadie con una actuación puramente italiana con aspavientos de brazos continuados y un personaje entre cómico y baboso. Y justamente algo que llama la atención del film es su nulo interés por sacar señoritas ligeras de ropa como era habitual en la época. Teniendo incluso una escena a huevo que sucede cuando la protagonista se mete ne la ducha y alguien deja uno de esos huevos marcianos en el baño.Los efectos corrieron a cargo de Giovanni Corridori que ya venía con la lección aprendida después de su paso por Zombi 2. Además de tener una filmografía tan llamativa como la que sigue: Tenebre y Opera de Argento; Fuga del Bronx, Érase una vez América, Leviathan, Máximo riesgo y un sin fin más.
no la tenia esta peli eh, parece buena! me la anoto pa verla
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