sábado, marzo 31, 2018

Paul Williams Still Alive

Paul Williams Still Alive

No es extraño que no te suene el nombre de Paul Williams. Por estos lares es poco menos que desconocido. Aunque quizá tus dotes cinéfilos te puedan ayudar, pues este tipo de apenas poco más de metro y medio y que se parece a Maese Cámara, ha estado bajo toneladas de maquillaje en Batalla por el planeta de los simios, en las tres pelis de Los caraduras (la de Burt Reynolds) y, sobre todo, haciendo de Sawn en El fantasma del Paraíso. Y si me apuras, le habrás visto en su mini aparición en Baby Driver, más que nada por aquello que Edgar Wright es un fan confeso del film de De Palma.

En cambio, a nivel musical tiene en su haber un Oscar por la canción Evergreen de Ha nacido una estrella (más otras 5 nominaciones), Globos de oro, Grammy's, sus canciones han sido cantadas por Elvis Presley, David Bowie, Carpenters, Sinatra o la rana Gustavo. Estuvo invitado casi 50 veces en el show de Johnny Carson, ha escrito la letra de la canción de Vacaciones en el mar, y hace unos años colaboró en el Random Access Memories de Daft Punk.



Paul Williams Still Alive

Claro, todo esto lo peta en los USA, donde es poco menos que una institución. Aunque, una vez en los 80 su figura empieza a diluirse hasta el punto que, a nivel masivo, empieza a desaparecer. En estas que allá por los primeros 2000, Stephen Kessler, director de tropecientos anuncios publicitarios y Vacaciones en las Vegas con el terrible Chevy Chase, da por hecho que el tipo murió. Pero no. Haciendo un Google se da cuenta que Paul Williams sigue vivo y descubre que hará una aparición en una convención de fans de El fantasma del Paraíso. Hago un alto para comentar que este evento, del que apenas se dice nada en el documental, fue el Phantompalooza 2, que se celebró en Winnipeg (Canadá) en 2006. Los Phantompalooza fueron una serie de reuniones de fans de la película donde se invitaba a gente involucrada en la misma. En la segunda, la que aparece en el documental, también contó con la presencia de Jessica Harper que se unió al concierto que dio Williams.

Una vez en el acto, Stephen Kessler se da cuenta de la legión de fans que sigue arrastrando el intérprete. Aquí nos topamos con una sensación parecida a la que vimos en Best Worst Movie. Y es que esa concentración de personas fanáticas dan una sensación entre pena y miedo. Gente muy jodida.

Es en ese momento que Kessler decide y acuerda con Williams seguirle con la cámara y entablar charlas. Y ahí el documental empieza a andar.


Paul Williams Still Alive

Mezclando imágenes del pasado, fundamentamente de los 70, cuando era un habitual de la televisión norteamericana y se comió el país a dos carrillos, vamos presenciando el día a día de la actualidad de Williams. Básicamente hacer pequeñas actuaciones de una noche en hoteles. Y, evidentemente, como tiene que ser en una estrella en plena decadencia, tenemos que verlo actuar en La Vegas. Pero más llamativo es cuando le ofrecen una actuación en Filipinas, concretamente en una zona considerada de alto riesgo, y al tipo poco menos que le importa un pimiento las movidas que hay ahí. Cosa que no le ocurre a Kessler que está poco menos que acojonado. Y es que, tal como se dice en el documental, el Williams de la actualidad no tiene la relevancia de antaño pero él está más a gusto, disfruta de la vida y de los pequeños momentos.

Durante los primeros compases vemos a un Williams que no le acaba de hacer gracia tener una cámara en el cogote todo el día, pero conforme van pasando las jornadas (las grabaciones se alargaron a casi ¡3 años!) se le ve más relajado y casi que hasta le gusta. Además de esos momentos televisivos (es maravilloso verle entre los muppets de Jim Henson y casi no saber quien es quien, una especie de crossover entre los electroduendes y Barrio Sésamo), podremos ver grabaciones caseras del propio protagonista. Alguna de ellas muy chungas, grabándose él mismo a punto de fumar crack.
Tan impactante como cuando le ponen imágenes suyas de antaño en el algún programa puesto de farlopa hasta las trancas y tiene que apagar la pantalla porque no puede verse en ese estado.



Paul Williams Still Alive

En Paul Williams Still Alive descubriremos como le dieron hormonas de crecimiento durante su infancia lo que le causaron el efecto contrario y lo dejaron en su metro y medio, sus primeros momentos de actor interpretando a niños cuando ya contaba con 25 primaveras y que de ahí comenzó a pasarse a la música. Su pasión por comer calamares (sic), su pasado de alcohol y drogas y a la pesada de su señoa.

No es el mejor documental de la historia, ni siquiera indaga en su faceta como actor (que es lo que molaría), aquí va la cosa va de alguien que lo tuvo todo, cayó a los infiernos y ha sido capaz de encontrar su sitio y ser feliz.


domingo, marzo 25, 2018

Festival de trailers (LIII)


Superdetective en Hollywood III (Beverly Hills Cop III,
1994) de John Landis. Con Eddie Murphy, Judge Reinhold, Hector Elizondo, Theresa Randle, Timothy Carhart y John Saxon.




Dos policías rebeldes (Bad boys,
1995) de Michael Bay. Con Martin Lawrence, Will Smith, Téa Leoni, Tchéky Karyo, Joe Pantoliano, Theresa Randle, Marg Helgenberger, Anna Thomson, Nestor Serrano y Kevin Corrigan.




El escándalo de Larry Flynt (The People vs. Larry Flynt,
1996) de Milos Forman. Con Woody Harrelson, Courtney Love, Edward Norton, Crispin Glover, James Cromwell, James Carville, Brett Harrelson y Donna Hanover.

 


Un domingo cualquiera (Any Given Sunday, 1999) de Oliver Stone. Con Al Pacino, Cameron Diaz, Dennis Quaid, James Woods, Jamie Foxx, LL Cool J, Jim Brown, Matthew Modine, Aaron Eckhart, Lawrence Taylor, John C. McGinley, Bill Bellamy, Charlton Heston, Ann-Margret, Lauren Holly, Elizabeth Berkley, Lela Rochon, Andrew Bryniarski, Clifton Davis y Oliver Stone.

viernes, marzo 23, 2018

Tenebre

Tenebre, Dario Argento

Argento fue lo suficientemente listo como para que, una vez que su querido giallo se convirtiese en una mina de oro explotada por gente con más o menos gracejo y, por tanto, el subgénero estaba por los suelos, darle una vuelta de tuerca para reanimarlo. El componente sobrenatural que empezaba a tomar forma explotó en Suspiria. Ese éxito (no olvidemos que en USA tendría el sello de una major como la Fox) dio alas a nuevos sucedáneos.

Después de Suspiria e Inferno todo parecía indicar que le daría una tercera entrega a su micro universo de las tres madres cuando su siguiente película llevaba el título de Tenebre. Pero el romano volvió hacernos un quiebro de cintura y regresó al giallo puro y duro. Era algo así como regresar al subgénero puro, donde seguía siendo el rey y poner las cosas en su sitio después de su ausencia y la degeneración del giallo.


Tenebre, Dario Argento

Un famoso escritor norteamericano viaja a Roma, donde empezarán a sucederse los asesinatos que recrean los que aparecen en sus novelas, y, como es habitual en las películas de Argento, se pondrá a colaborar con la policía para dar con el asesino.

Tenebre, Dario Argento

Como era habitual en la época, nos topamos con un reparto variopinto. Encabezado por Anthony Franciosa, John Saxon, Giuliano Gemma, el transexual Eva Robins y Daria Nicolodi. Además, Argento se rodeó de colaboradores muy conocidos por él: Michele Soavi (Aquarius) y Lamberto Bava (Demons) en la segunda unidad; casi una reunión de Goblin (sólo faltó Walter Martino); Luciano Tovoli, al igual que hizo en Suspiria, en la fotografía.

Tenebre, Dario Argento

Pero por si algo es recordada Tenebre, más allá del regreso al giallo clásico, es por la sacada de chorra por parte de Argento en la famosa escena que la cámara recorre toda la fachada de una casa donde se está produciendo un asesinato, que acabó poniendo la imagen de la tela rasgada y la navaja en algunos de los carteles. Sin ir más lejos, en el estreno de cine de aquí (que no sería hasta finales del 84) y también aparece a modo de pegote en la edición en vídeo que nos trajo Polygram. Que, por otro lado, es sumamente engañosa con esa silueta femenina, casi parece sacada de Phenomena. Aunque la imagen más usada para la cartelería sería la del busto de la víctima mirando hacia arriba, aunque en la película no tiene la gracia del dibujo.

Pero volviendo a la master piece. No hay que olvidar lo mucho que le gustaba al director usar sistemas de cámara novedosos o que le permitieran hacer virguerías con la cámara como el vuelo de los pájaros en Terror en la ópera. Aquí usó la reciente grua Louma para ese famoso plano. Plano que le traería de cabeza para la edición norteamericana, donde el distribuidor quería eliminarlo. Al final consiguió recortarlo, al igual que un montón de escenas truculentas, haciendo que la versión yanki fuese menos que ininteligible. Y es que el fracaso económico de Inferno en suelo norteamericano acabó quitándole todo el crédito al director de Drácula 3D.



Mucho se criticó a Tenebre en la época (y en la actualidad), tachándola de un paso atrás en la filmografía del director, de hacer un thriller al más puro estilo norteamericano pero con más hemoglobina, de una fotografía demasiado plana, de meter desnudos de forma gratuita... Es entendible que muchos, viendo el título, se pensaran que estábamos ante el último capítulo del tríptico de las tres madres y que al toparse con un giallo más rudimentario se decepcionaran. Aunque más gracioso es que le acusen de dejar atrás su festival de colores saturados, cuando el romano apenas ha usado ese recurso en un par de sus películas (precisamente en Suspiria e Inferno). Si acaso, es un recurso que bebe directamente de Bava padre (el bueno, of course) y se quedó en esas dos películas y ya.

Está claro que Tenebre no es el mejor Argento (básicamente ahí empezó un declive paulatino hasta entrar en la decadencia absoluta en los 90), y el rollete del supuesto giro final ya no tiene ninguna gracia (seguramente ni en la época lo tuvo), pero se le puede sacar mucha punta. Tiene sus buenos locurones del absurdo más grande del propio giallo, con asesinos que campan y asesinan a plena luz del día, pero es aquello de que si hay algo fuera del encuadre es que no existe. Una banda sonora que brilla por sí sola gracias a esa media reunión de Goblin (Simonetti, Pignatelli y Morant) y unos actores que... bueno, a Argento ni le interesaba demasiado el arte de la actuación ni se le daba especialmente bien. Pero pese a todos sus defectos, tiene suficientes virtudes para ser un fast food de lo más goloso.


domingo, marzo 18, 2018

Festival de trailers (LII)



24 Hour Party People (24 Hour Party People, 2001) de Michael Winterbottom. Con Steve Coogan, Paddy Considine, Shirley Henderson, Lennie James, Sean Harris, Andy Serkis, John Simm, Danny Cunningham, Ralf Little, Paul Popplewell, Rob Brydon, Peter Kay, Keith Allen, Chris Coghill, Kate Magowan, Enzo Cilenti, Simon Pegg, Kieran O'Brien y Christopher Eccleston.

 

Confesión criminal (Where Sleeping Dogs Lie, 1991) de Charles Finch. Con Dylan McDermott, Sharon Stone, Tom Sizemore, Ron Karabatsos, Mary Woronov, Charles Finch, Brett Cullen y Jillian McWhirter.



Volando libre (Fly Away Home, 1996) de Carroll Ballard. Con Anna Paquin, Jeff Daniels, Dana Delany, Terry Kinney, Jeremy Ratchford y Holter Graham.



Fuegos internos (Fires Within, 1991) de Gillian Armstrong. Con Jimmy Smits, Greta Scacchi, Vincent D'Onofrio, Luis Avalos, Bertila Damas, Raúl Davila y Brit Hathaway.



La colina del crimen (The Case of the Hillside Stranglers, 1989) de Steve Gethers. Con Richard Crenna, Dennis Farina, Billy Zane, James Tolkan y Karen Austin.

sábado, marzo 17, 2018

Undergrads. Anys universitaris


Otra serie que venía avalada por la MTv de finales de los 90 y principios del nuevo milenio y que venía a retratar a una parte de la juventud de la época. Si en en Down Town la cosa iba de unos chavales que malvivían con sus primeros y malpagados trabajos, en Undergrads las vivencias iban de los primeros años universitarios.

Como prota absoluto tenemos a Nitz, el clásico chaval timidillo que lleva toda la vida enamorado de una chica llamada Kimmy. Evidentemente será el clásico personaje con el que nos será fácil identificarnos.

Alrededor de Nitz tendremos un puñado de personajes recurrentes, como Rocko, un mastodonte alcohólico; Cal, personaje afeminado que vive en su mundo; Gimpy, lo que hoy sería conocido como niño rata; y Kimmy, el amor platónico de Nitz.


La serie contó con una única temporada de 13 episodios, ya que en su momento no tuvo ni demasiada aceptación por parte del público ni buenas críticas. Aun y así, con el tiempo ha ido cosechando adeptos que han intentado que se produjese una nueva temporada o, incluso, un largo, pero al final la cosa no ha prosperado.


De una de esas cintas que en su momento fueron vírgenes y donde puedes encontrarte cualquier cosa, nos llega un episodio de esta magnífica serie que aquí nos llegó con el siempre buen criterio de Tv3. Concretamente el quinto, en el que Nitz intenta meterse en un bar pese a no contar con la mayoría de edad.

domingo, marzo 11, 2018

Festival de trailers (LI)

 
Combinación ganadora (Lucky Numbers, 2000) de Nora Ephron. Con John Travolta, Lisa Kudrow, Tim Roth, Bill Pullman, Ed O'Neill, Michael Rapaport y Michael Moore.



Las seductoras (Heartbreakers, 2001) de David Mirkin. Con Sigourney Weaver, Jennifer Love Hewitt, Gene Hackman, Ray Liotta, Jason Lee, Jeffrey Jones, Anne Bancroft, Carrie Fisher, Nora Dunn, Oleg Shtefanko, T.J. Thyne, Sarah Silverman y Zach Galifianakis.



El demonio vestido de azul (Devil in a Blue Dress, 1995) de Carl Franklin. Con Denzel Washington, Jennifer Beals, Tom Sizemore, Don Cheadle, Maury Chaykin y Terry Kinney.



Trilogía de Nueva York (Torch Song Trilogy, 1988) de Paul Bogart. Con Anne Bancroft, Matthew Broderick, Harvey Fierstein, Brian Kerwin, Karen Young, Eddie Castrodad, Ken Page, Charles Pierce y Axel Vera.



Criaturas hermosas (Beautiful Creatures, 2001) de Bill Eagles. Con Rachel Weisz, Susan Lynch, Iain Glen, Tom Mannion, Alex Norton, Robin Laing, Maurice Roeves, Jake D'Arcy, Pauline Lynch y Paul Higgins.

viernes, marzo 09, 2018

Fantasmas de Marte


A finales de los 90 hubo cierto interés por Marte ya que en aquella época la NASA había pisado el planeta rojo con su Mars Pathfinder. Prueba de ello fueron varias producciones hollywoodienses como Planeta rojo y Misión a Marte. Pero quien no debía estar demasiado interesado en el tema era el público, pues ambas fueron fracasos en taquilla (sobretodo la primera). Y al año siguiente de estos descalabros llegaría Fantasmas de Marte.

Aquí ya no se trataba de hacer una película realista de como el hombre llega al planeta y sus problemas a la hora de afrontar la misión. Aquí teníamos un cómic (barato) de evasión puro y duro. O si lo quieres ver de otra forma, una nueva vuelta de tuerca de Asalto en la comisaría del distrito 13, que, a su vez, ya era una versión de Río Bravo.




Según se dice, la idea era hacer una tercera entrega de las andanzas de Snake Plissken (Escape from Earth), pero el fracaso económico de 2013: Rescate en L.A. truncó cualquier posibilidad. Al final esa idea/guión mutó a lo que fue Fantasmas de Marte. El director tenía claro que quería a su amigo Russell como protagonista, pero el estudio impuso al rapero Ice Cube (que acabaría renegando de la película), aunque en un principio querían que el papel de Desolación Williams (¡chanante nombre!) fuese interpretado por un emergente Jason Statham (¿la única vez que lo veríamos sin rapar?) pero prefirieron darle el personaje del sargento Jericho. Además teníamos por ahí a, la hoy totalmente desaparecida entre telefilms, Natasha Henstridge cuando aun vivía del espaldarazo de Species y que es la auténtica protagonista del film; Pam Grier, que todavía coleaba su resurgimiento por obra y gracia de Tarantino; Joanna Cassidy, con un peinado horroroso; Clea DuVall, exerperta en poner cara de ida; y Robert Carradine.


El tema iba de un grupo militar que iba a una colonia minera de Marte donde tienen apresado al asesino Desolación Williams y trasladarlo. Una vez allí descubren que en el pueblo no hay rastro de vida, salvo los que estaban encerrados en la cárcel, que les cuentan como los mineros picaron donde no debían, liberando los fantasmas que acabarán poseyendo a unos cuantos y cepillándose a todo el mundo.


Una película puramente de acción, con esos poseídos de fuertes ramalazos zombis (de los que corren y mucho)., con una buena dosis de gore (para los stándards de una producción hollywoodiense) obra de la famosa KNB. Lástima que tengamos por ahí unos efectos digitales que son terriblemente flojos. Aun y así, Carpenter no puede resistirse a tirar mucho de maquetas, como se ven/notan al inicio del film. Tampoco se puede evitar notar la falta de inspiración para unos personajes planos con ese Desolación Williams a la cabeza, que parece una mala copia de Snake Plissken. Podríamos pensar que estuvieran escritos así para, una vez empiezan a caer uno tras otro, que sus muertes fueran bastante salvajes para el deleite del público. Pero nada de nada. Si hasta Pam Grier tiene una muerte fuera de cámara.



Y ahí ya podríamos pasar a la tan criticada banda sonora. Aquí Carpenter deja de lado sus sintetizadores para meter mucho guitarreo del duro (Anthrax, Steve Vai, Elliot Easton, Buckethead...). Era como si Carpenter hubiera hecho la peli sólo para poder ajuntarse en el estudio con esta gente.

Fantasmas de Marte es de esas pelis que cuando piensas en ella y en todos sus elementos (Carpenter, Marte, efectos especiales, un reparto más o menos lleno de caras curiosonas, gente poseída...) te dices "esto se va a disfrutar", pero que mientras te la ves notas que los ingredientes no han fraguado en las condiciones adecuadas. Y al final te das cuenta que todo viene por un cúmulo de malas decisiones del propio director: desde la criticada banda sonora, unos personajes mal escritos, una estructura argumental a base de flashbacks (incluso hay flashbacks dentro de flashbacks) y una gran sensación de déjà vu.


La cosa acabó mal. Muy mal. Un descalabro económico que apenas recuperó en suelo norteamericano un tercio de los 30 millones que costó.

Catalogada por algunos como la peor película de Carpenter, cosa que se me hace cuesta arriba teniendo por ahí productos tan descafeinados como Starman o Memorias de un hombre invisible. Lo que está claro es que el asunto tenía sus posibilidades, pero al director se le nota cansado y con poca chispa. Él mismo reconocía el cansancio de los rodajes (no olvidemos que no solamente se limitaba a la dirección) y el mundillo hollywoodiense, y unido al fracaso de la película decidió apartarse del cine. Al menos fue así durante 4 años, que se topó con Mick Garris y le ofreció participar en Masters of Horror.


domingo, marzo 04, 2018

Festival de trailers (L)



Un hombre llamado Flor de Otoño (1978) de Pedro Olea. Con José Sacristán, Francisco Algora, Carlos Piñeiro, Carmen Carbonell, Roberto Camardiel y Antonio Gamero.



Siempre hay un camino a la derecha (1997) de José Luis García Sánchez. Con Juan Luis Galiardo, Juan Echanove, Rosa María Sardá, Neus Asensi, Javier Gurruchaga, Adriana Davidova, Tina Sáinz, Fernando Vivanco, Luis Marín y Manuel Alexandre.



Carreteras secundarias (1997) de Emilio Martínez-Lázaro. Con Antonio Resines, Fernando Ramallo, Maribel Verdú, Miriam Díaz-Aroca, Jesús Bonilla, Montserrat Carulla, Maite Blasco, Ramón Langa, Roque Baños, Antonio de la Torre, Óscar Ladoire y Jorge Sanz.



Amor de hombre (1997) de Yolanda García Serrano y Juan Luis Iborra. Con Loles León, Andrea Occhipinti, Pedro Mari Sánchez, Armando del Río, Roberto Álvarez, Romá Sánchez, Jesús Cabrero y Sergio Otegui.



Cosas que dejé en La Habana (1997) de Manuel Gutiérrez Aragón. Con Jorge Perugorría, Violeta Rodríguez, Kiti Manver, Broselianda Hernández, Isabel Santos, Daisy Granados, Charo Soriano y Pepón Nieto.

viernes, marzo 02, 2018

The Maxx

the Maxx, Sam Kieth,  Bill Messner-Loebs, MTv, VHS

The Maxx es un cómic norteamericano que nació en 1993 de la mano de Sam Keith y publicado en Image Comics. La historia gira en torno a Maxx, un vagabundo en el mundo real, pero en una realidad alternativa llamada Outback es el poderoso protector de la Reina de la Jungla. Ésta, a su vez, es en el mundo real una trabajadora social llamada Julie Winters. Entre estos dos mundo corre Mr. Gone, un extraño tipo que es capaz de meterse en los otros mundos de las demás personas y que nada tras nuestros dos protagonistas.


En 1995 MTv emitió la versión animada. Sí, una MTv muy diferente a la de la actualidad, cuando producía series como The head, DownTown, Aeon Flux, Beavis y Butt-head, Daria, Undergrads o producía largometrajes como El cuchitril de Joe.
Esta versión animada se componía de una única temporada de 13 episodios, cada uno de unos 12 minutos de duración. Con una supervisión del propio Keith, la serie era prácticamente el cómic en movimiento, con viñetas directamente escaneadas de las páginas impresas y animadas. Con un estilo de animación economizada, pero no en el mal sentido (como en la serie de Spawn de finales de los 90). La serie cubría los primeros 11 números del cómic y era algo no apto para todos los públicos. Y no por cuestiones de contenido adulto, si no por ir mucho más allá de lo que se hacía en la época. Una serie totalmente surrealista y abstracta

Por aquellas que Paramount editaba por estos lares un surtido de VHS que recopilaba material de aquellas series de MTv, ya fuesen las de Beavis and Butt-head (que son las que tuvieron mejor salida, editando hasta 5 cintas), y otras como The Head o Liquid Televisión, aunque éstas sin doblaje y en VOSE. Y esto mismo ocurrió con The Maxx, que vino en una cinta de unas 2 horas que recopilaba casi toda la serie, pues faltaba el último episodio y estaba editado como si de un largo se tratase, eliminando algo de música (por aquello del copyright) y alguna que otra secuencia / dialogo (por aquello de la censura).

Y nada mejor que para hacerse una idea del locurón que era The Maxx que vernos los dos primeros episodios de la serie.