Uno de aquellos proyectos entre televisivos y videográficos en los que se embarcaron muchos como el Brivido giallo (telefilms que aquí nos llegó en vídeo como El ogro de Lamberto Bava) fueron una serie de telefilms producidos por Luigi Nannerini y Antonio Lucidi y, presuntamente, apadrinados por Fulci, el que, a simplemente vista, ponía su nombre con el vende motos "Lucio Fulci presenta" y ya. Títulos como El espejo roto de Mario Bianchi, Pesadilla sangrienta de Leandro Lucchetti o Voces del más allá, esta vez sí dirigida por Fulci, eran pobretonas producciones que esperaban seguir sacando los cuartos a los pobres que todavía no se habían dado cuenta que el terror italiano había muerto.
Un par de hermanos, Hansel y Gretel, son secuestrados por una mafia que se dedica a traficar con órganos humanos y, evidentemente, acaban bajo tierra. Pero los fantasmas de los niños vuelven del más allá para castigar a sus asesinos. Paralelamente la policía pone a investigar a una novata todo el asunto del tráfico de órganos.
Digámoslo ya, este Hansel y Gretel es pura serie Z. Actores pésimos, efectos horrendos, señores que disparan armas sin que salga humo y sólo les falta hacer el "pum-pum" con la boca, asesinatos que nunca se llegan a ver, salvo alguna mala excepción a modo de homenaje de El más allá, ya que los niños realmente nunca matan, si no que los asesinos acaban cayendo por un barranco o a la piscina por el miedo... Un desastre que ni siquiera tiene nada que ver con el cuento popular más allá que los niños fantasma responden a los nombres de Hansel y Gretel. Y su único aliciente es que se dice que el propio Fulci llegó a dirigir algunas escenas. La historia de los fantasmas que vuelven para vengarse la hemos visto mil y una veces, y no por ello ha de ser algo malo, muchas de estas historias son bien disfrutables, pero lo que tenemos aquí raya la vergüenza ajena por una falta de medios, ganas y talento que parece más un trapicheo para facturar alguna cosa de la forma más rápida posible. Ya sabemos que los cambalacheos de la mafia en el cine italiano son un clásico.