viernes, junio 08, 2012

La cosa del pantano

La cosa del pantano, Wes Craven, Wes Craven empezó con muy buen pie. La última casa a la izquierda y Las colinas tienen ojos fueron películas que a día de hoy siguen estando en los altares del género de terror, y que en su momento tuvieron mucho éxito, pero no dejaban de ser pequeñas películas producidas por compañías aun más pequeñas. La cosa del pantano era el intento del director por entrar en los grandes estudios.

Basada en un cómic surgido de la mente de Len Wein y Bernie Wrightson a principios de los 70, La cosa del pantano (o Swamp thing en su versión original) narra la historia de Alex Olsen, un científico al que intentan asesinar mediante unas bombas en su laboratorio. Pero lejos de morir acaba transformándose en una extraña criatura gracias a los productos químicos de su laboratorio.

La cosa del pantano, Wes Craven, ¿Quieres ser mi amigo?

Más o menos eso es lo que nos encontramos en la versión cinematográfica de Craven, que también era autor del guión, aunque claro, con una falta de medios bastante importante. No olvidemos que estábamos ante un producto de serie B modestísimo, con apenas 3 millones de presupuesto. Pero que en producción nos encontrábamos con dos nombres que tendrían mucha importancia en todas las versiones cinematográficas de Batman, Michael E. Uslan y Benjamin Melniker.

Pero pese a esas limitaciones podíamos encontrarnos algunas caras conocidas en el reparto: Ray Wise, el que luego fuese uno de los malos de Robocop y el padre de Laura Palmer en Twin Peaks, era el doctor Alex Olsen; cuando este acaba convertido en la Cosa del Pantano es interpretado por Dick Durock, Adrianne Barbeau, la que fuese musa de John Carpenter en La niebla o 1997: Rescate en N.Y., es la doctora que se pasa toda la película escapando de los malos; Louis Jordan, el malo de Octopussy, es aquí también el malo de la función; y David Hess, un clásico de Craven, haciendo de guerrillero.

La cosa del pantano, Wes Craven, Enseñando los pechotes

Pero ni ese reparto, ni el topless de Barbeau, ni siquiera las mejores intenciones de Craven salvan un producto condenado hacernos bostezar una y otra vez durante los 90 minutos que dura el film. El argumento no da para más y no hacemos más que ver a Barbeau perseguida por los malos hasta que hace acto de aparición la cosa; para más tarde, volver a ser perseguida y otra vez rescatada por el mutante. Al final uno piensa que es el día de la marmota.
El traje de la cosa hay que darle de comer aparte. Un mal disfraz de plástico mal disimulado, que no dudan en meternos primeros planos para que veamos casi hasta la cremallera de la espalda.
Por no hablar del monstruo que aparece al final, que tiene una lucha con la cosa del pantano digna de los Power Rangers.

De las pocas cosas salvables del film son las transiciones que pueblan todas las secuencias, muy del estilo cómic, que hoy en día nos encontramos en cualquier mal programa de edición de vídeo, pero que en la época no se prodigan en las pelis.
La cosa del pantano, Wes Craven, Al igual la rubiaca está enamorada del homeless

El film, que no tuvo un estreno a lo grande precisamente, tuvo cierto éxito y buenas críticas, que le valieron a Craven su acceso a los grandes estudios. Bueno, eso hay que cogerlo con pinzas, ya que su siguiente film corrió a cargo de New Line, que tampoco era precisamente una major. El film no fue otro que Pesadilla en Elm Street.

La cosa del pantano, Wes Craven, Jim WinorskiUnos años después, en 1989, apareció una secuela titulada El regreso de la cosa del pantano de manos de unos de los reyes de la serie Z, Jim Winorski. Al que le dieron 30 días para rodarla y le sobraron 3.
Los títulos de crédito son esperanzadores con todas esas viñetas de los cómics del personaje (al estilo Flash Gordon) y con la presencia del algunos otros mutantes que, pese a que se les nota su condición de modestos en cuanto al maquillaje, se agradece su presencia, pero en seguida nos damos cuenta que estamos ante otro de los desvaríos del director del Mi amigo Munchie. Cualquier intento por la seriedad del film anterior es aquí borrado de un plumazo para potenciar la comedieta ligera, eso sí, sin enseñar pechamen, que estamos ante un producto para toda la familia.
A su favor mentar que el nuevo traje del protagonista está bastante más logrado y poco más.
Repite Dick Durock como la Cosa del Pantano y un demacrado Louis Jordan como malo de la función. Por lo demás el film es insoportable y tuvo un merecido fracaso en su modesta carrera comercial

Un año después apareció la serie de televisión, que volvía a contar con Dick Durock como protagonista y se volvió al tono serio original. La serie no es que fuese un exitazo, pero como no costaba mucho le permitió vivir en la parrilla durante tres temporadas y más de 70 capítulos.

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