martes, mayo 03, 2011
Legend
Hay una cosa que no comprenderé jamás, y es como se le ha podido dar tanta cancha a Ridley Scott. Vale que lo que hizo a finales de los 70 y en parte de los 80 marcó, pero es que lo que vino después no hay por donde cogerlo. Y seguramente el principio de su decadencia viene marcado por el film hoy comentado.
Legend fue una de esas producciones catastróficas que tanto me gustan. De esas que costaron sangre, sudor y lágrimas y acabó hundiéndose en el lodo.
Después del fracaso económico que significó Blade Runner, Scott se empeñó en filmar un cuento de hadas, quien sabe si influenciado por esa malgama de producciones de espada y brujería que imperaron en los 80.
Después de zamparse multitud de libros de esta temática se encontró con la obra de William Hjortsberg, que, aparte de libros, también había escrito guiones cinematográficos como Infierno en Florida (producción Corman con el inefable David Carradine) y acabaría escribiendo el de una de sus novelas, El corazón del ángel, al que acabó fichando para que le escribiera el libreto, que acabó siendo una variante de La bella y la bestia.
Legend (que en un principio debió llamarse Legend of Darkness) es la historia de un reino habitado de princesas, duendes, trasgos, ninfas y demás seres mitológicos (aunque apenas aparecen muchos personajes dando una sensación de que ahí no hay reino ni hay nada, como pasaba en Taron y el caldero mágico). Por esos bosques corre una muchacha llamada Lili y su amigo Jack (Tom Cruise), una especie de duende del bosque con pintas de Peter Pan. Éste le enseña a Lili un lugar donde habitan una pareja de unicornios. Lo que estos dos no saben que el Señor de la Oscuridad ha mandado a sus compinches que maten a los unicornios, ya que su muerte provocará que nunca más vuelva a salir el sol y las tinieblas reinen en el mundo.
Como he comentado antes Legend fue un fracaso en su día. Costó 30 millones y recaudó la mitad, estuvieron más de 3 meses para rodarla en los estudios Pinewood que a los 10 días se incendiaron y tuvieron que volver a construirse. El primer montaje de Scoot duraba 125 minutos que, después de varios pases de público, acabó reduciéndose a 90. Universal impuso a Scott que para la versión americana cambiara la banda sonora de Jerry Goldsmith por una compuesta por el grupo electrónico Tangerine Dream, ya que pensaban que atraerían a más público juvenil.
Todos estos problemas hicieron que el estreno americano se retrasase hasta primavera del 86 (empezó a rodarse 2 años antes).
Sin duda lo mejor del film son sus maquillajes, obra y gracia de Rob Bottin, fichado después que Scott viera su trabajo en Aullidos. La caracterización de un irreconocible Tim Curry (sin duda el mejor de la función) en el Señor de la Oscuridad es impecable. Tal fue su impacto que a día de hoy su personaje es lo único que perdura en la memoria del respetable, con multitud de bustos y figuras con su imagen.
Quizá no están tan conseguidos algunos personajes secundarios, que parecen más bien salidos de la chistera de Jim Henson en Dentro del laberinto, mientras que los personajes como el mentado Señor de las Oscuridad o la bruja del lago son mucho más terroríficos y cercanos a los orcos y goblins de El señor de los anillos de Peter Jackson.
Uno de estos personajes secundarios es casi idéntico al Gwildor de Masters del Universo. Es más, está interpretado por el mismo actor, Billy Barty, y en el doblaje castellano tiene al mismo doblador.
Legend no es una buena película. Toda ella tiene un emboltorio muy bonito, con fastuosos decorados y maquillajes de primera divisón pero es totalmente aburrida con esa estética tan de videoclip que imperaba en plena fiebre de la Mtv, ahí está El torreón de Michael Mann como ejemplo, con la que curiosamente comparten banda sonora compuesta por Tangerine Dream.
Uno de sus principales problemas es que se nota que faltan secuencias, los personajes no se sabe muy bien porqué toman algunas decisiones y todo ello deja al film cojo. Es posible que con esa versión del director que circula por zona 1 la película sea más redonda, mejor explicada y no tan vacía, pero ya hace tiempo que me aburrí de los tropecientos montajes del director del señor Scott.
Debo ser de los pocos que la vió en el cine, pero a mí me gustó en su momento y me sigue gustando ahora.
ResponderEliminarEn cuanto al declive de Ridley Scott no creo que sea tal. Es más un director con altibajos, capaz de hacer pelis muy buenas como Black Rain, Gladiator, American Gangster, Thelma y Louise o Black Hawk derribado y auténticos truños como El reino de los cielos, Hannibal o La teniente O.neil, con pelis normales entre medias.
En fin, a mí es un director que me gusta. Ha dirigido algunas películas que estarían en una lista entre las mejores pelis de la hisotoria, como Blade Runner y Alien, y eso es algo a tener en cuenta.
En los aciertos de Ridley Scott con Alien y Blade Runner estoy de acuerdo, pero el resto de su filmografía me deja totalmente frío.
ResponderEliminarFíjate que a mi Hannibal no me desagradó.
Por lo demás sigo pensando que está un tanto sobrevalorado y que su filmo tiene demasiados altibajos. Eso no quita que tiene por ahí unos cuantos logros que ya los quisieran muchos.