viernes, mayo 06, 2011
Adiós tiburón
Sí, lo sé, el cartel que abre esta reseña produce diarrea mental, cosa que hay que agradecer porque así los ingenuos que fueron al cine a verla (más bien pocos) no se debieron sentir engañados. Una "joyita" procedente del inframundo donde se crean maravillas como Supernova.
Aunque Martes y 13 (cuando eran 3) ya habían hecho sus películas (Martes y trece ni te cases ni te embarques y La loca historia de los tres mosqueteros) no fue hasta que fueron dos que consiguieron un éxito desmedido en televisión gracias a las empanadillas de Móstoles a mediados de los 80. A partir de ahí fueron los reyes de las campanadas de fin de año.
Ya en los 90 corrió una fiebre por hacer una película con los cómicos del momento: Cruz y raya tuvieron Ni se te ocurra (dejar de verla) y los Morancos Sevilla connection. Las dos pasaron con más pena de gloria en su intento de emular el éxito que habían cosechado Martes y 13 en el 90 con Aquí huele a muerto... (¡pues yo no he sido!), que recaudó 3 millones de euros, y un año después con El robobo de la jojoya, que amasó casi 3,5 millones.
Luego, como todos sabemos, Josema y Millán acabaron partiendo peras, aunque tuvieron que seguir haciendo algún que otro especial de noche vieja por aquellas cosas de los contratos.
Adiós tiburón fue la primera película de Josema en solitario.
Aquí interpreta a un broker (que ya me dirás que hace Josema haciendo de malote cuando tiene cara de no matar una mosca) llamado el Tiburón del Tibidabo, que invierte un pastizal en un medicamento que todavía está en fase de preparación. El químico que lo está fabricando muere asesinado y las acciones caen en picado, cosa que hace que Josema acabe en la calle sin un céntimo. Por una serie de historietas acaba en un hospital donde se acaban cruzando el hermano del investigador asesinado, unos que quieren la fórmula del medicamento y un grupo de pacientes tocados del ala.
Rodada en Barcelona, gran parte de ella en el hospital de Terrassa, bajo la dirección de Carlos Suárez, director y guionista del díptico sobre las aventuras de Makinavaja, y que tiene algo más de prestigio como director de fotografía (la trilogía de Nacional de Berlanga, Sinatra, Tuno negro, Dagón...).
Suárez decía que le gustaría hacer películas de autor, pero como eso no da dinero hace comedias y el mono de films con más prestigio se lo quita como director de fotografía.
La película, al menos en Barcelona, duró una semana en cartel y no es ninguna exageración ni coña marinera. Una semana y fuera. Menos de un cuarto de millón de euros (40 millones de las antiguas pesetas) de recaudación habiendo costado 1,8 millones de euros (300 millones de pesetas), o sea, que fue una ruina total.
Y no es de extrañar porque la película es mala, pero mala de cojones. Con un reparto tan extenso como absurdo (Manuel Alexandre, Saza, Enrique San Francisco, Anne Igartiburu, Llatzer -el abuelo de Makinavaja- Escarceller, Agustín González, Benito Pocino, Boris Ruiz...), muchos de ellos reciclados de las pelis de Makinavaja.
Uno de los muchos defectos es que fue grabada sin sonido en directo, es decir, que luego se dobló, pero de una forma tan espantosa que te dan ganas de arrancarte las orejas. Muchos de los actores (Anne Igartiburu entre otr@s) no se doblan ellos mismos y eso pega un cante brutal.
Más cosas horripilantes del audio: la música, auténticamente tercermundista (la canción de los créditos cantada por el propio Josema), y los efectos de sonido, que no tienen nombre.
Después del barapalo de Adiós tiburón, Josema Yuste tuvo que volver al medio televisivo, esta vez con aquella serie llamada Todos los hombres sois iguales. En el cine no volvió a probar fortuna hasta pasados casi 10 años con Atraco a las 3... y media, que pasó más bien desapercibida, y el año pasado con otro gran fiasco como La venganza de Ira Vamp. Zapatero a tus zapatos, Josema.
Estas no las he visto. Nunca he podido con Martes y Trece.
ResponderEliminarPues yo quiero verla!!! pero está muy dificil de encontrar.
ResponderEliminar"El robobo de la jojoya" no está mal, tiene gags graciosos, y "aquí huele a muerto" apenas la recuerdo pero me suena que es malísima.
Josema nunca tiene éxito en nada de lo que ha hecho después de "martes y 13", encima le dió una temporada por juntarse con flo (el caducadísimo) y todavía le fué peor, con un programa que hizo para tve que no hacían más que rememorar los gags de "martes y 13".
Millán se metió en el musical de "cabaret"
Alcorze, hace 20 años no hubiera pensado como tú (me lo pasaba francamente bien con sus gags) pero visto a día de hoy sus sketch han quedado desfasadísimos pareciendo casi tercermundistas.
ResponderEliminarRaiben, no es tan complicada de pillar, pero tranqui que la semana que viene la tienes.
Tanto Aquí huele a muerto como el Robobo tienen unos primeros minutos francamente divertidos (sobre todo El robobo) pero luego se desinflan cosa mala. Aquí huele a muerto era un estilo muy Abbot y Costelo contra los fantasmas con nuestro "amigo" Jacinto Molina haciendo de hombre lobo como es menester.
Cierto que a Josema la tv en solitario no le ha funcionado (¿alguién se acuerda de aquella que hacía de agente secreto, un Superagente 86 en versión chunga?) pero Millán tampoco puede presumir mucho con aquella que dirigó llamada Kely no para o Un millán de cosas. Esta última era lo mismo que hacía en la época de Martes y 13 pero en solitario.
Tengo curiosidad por los libros que escribió, pintan chunguísimos!