No sé si las generaciones que han nacido a partir de los 90 van a tener o tienen películas traumáticas, pero sin duda los que vinimos antes tenemos unas cuantas. Y la de hoy es una de ellas.
Un mundo de fantasía nació, como muchas veces suele pasar, casi por casualidad cuando la hija de Mel Stuart, que básicamente era un director y productor de documentales, le pidió a este que hiciera una película del libro Charlie and the Chocolate Factory de Roald Dahl publicado a mediados de los 60.
David L. Woper, productor de muchos documentales de Stuart, comenzó a darle forma al proyecto cuando convenció Quaker Oats Company, empresa alimentaría que se dedicaba básicamente a los cereales de avena, para que invirtiera en la producción y lanzara productos como chocolatinas y cosas por el estilo a modo de merchandising. Algo parecido a lo que hizo Filmation con Mattel para poner en marcha sus Masters del universo.
Ese lanzamiento de chocolatinas fue la razón por la que el título acabó dereviando a Willy Wonka & the Chocolate Factory, para darle más énfasis al fabricante de golosinas.
En un principio el propio Dahl iba a estar muy involucrado en la película siendo el guionista. Pero cuando vio que sus sugerencias para actores que podían interpretar a Wonka eran desechadas o que su guión acababa siendo rescrito por David Seltzer (futuro guionista de la saga La profecía), que acabó enfatizando más la figura de Wonka (pese a que este no aparece en pantalla hasta casi la mitad del metraje) en detrimento de Charlie, decidió salirse del proyecto. Además de prohibir a su editorial que vendiese los derechos de la secuela del libro, Charlie y el gran ascensor de cristal.
Finalmente el film, que se rodó en Alemania, se estrenó en verano del 71 pasando con más pena que gloria por las taquillas, apenas recaudando poco más de su presupuesto.
Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate) acaba siendo un musical muy cercano a El extravagante Doctor Dolittle, donde casi no hay números de baile, aunque, por suerte, las canciones no fueron dobladas como en la peli de Fleischer.
Donde existe un mal rollismo sobre todo por la presencia de Gene Wilder (elección que me parece acertadísima) y que llega a su cenit en la famosa escena del tunel (que incluso fue versioneada a finales de los 90 en el clip Dope Hat de Marilyn Manson), donde vemos desde un lagarto, un ciempiés recorriendo una cara o un hacha cortando el cuello de una gallina. A ver si eso aparece en alguna producción infantil de la actualidad.
Esa angustia sigue cuando los niños van desapareciendo de la fábrica y nunca se nos explica que ha pasado con ellos, casi dándonos a entender que han muerto.
Como es bien sabido, después de más de 30 años, Tim Burton hizo una nueva versión (que no remake) de la novela de Dahl. Según dijo la versión de Stuart no le gustaba y su versión es más fiel al libro.
A diferencia de la versión de Mel Stuart aquí, como no tenían ninguna intención de hacer una secuela con el siguiente libro, se usó parte del material de este y se explicaba algo lo que pasaba con Wonka y Charlie una vez que se montaban en el ascensor. Además de eso se sacaron de la manga la infancia de Wonka con su padre dentista, detalle que, por otra parte, me parece muy bien buscado, pero esas buenas ideas acaban desmoronándose cuando Burton abdica y al final nos muestra que a los niños desaparecidos no les ha pasado nada.
Pero en general no creo que la versión de Burton sea mejor, cuenta con muchos más medios (me hace gracia que Burton aconsejara a Alex McDowell, diseñador de la producción, que se mirase el Diabolik de Bava para inspirarse) pero por contra tiene a un peor (muuucho peor) Willy Wonka, con un Depp que hace el ganso sin ser capaz de transmitir ese mal rollo que sí conseguía Wilder. Mejor les hubiera ido su hubiesen contratado a Christopher Walken o Michael Keaton como se rumoreó.
Recuerdo perfectamente cuando ví esta película en televisión, allá por finales de los setenta o tal vez muy al comienzo de los ochenta y cómo me impactó.
ResponderEliminarMe pareció una historia alucinante y como película me gusta mucho más ésta que al de Tim Burton.
Sí, a mi también me gusta más esta que la de Burton, que creo que solamente se aguanta por tener más medios.
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