domingo, febrero 20, 2011
The Troll Hunter
Decepción, eso es lo que me ha ofrecido The Troll Hunter. Tantas buenas críticas, tantas menciones en festivales tipo Sundance, para nada. Y eso que el cine escandinavo en su vertiente fantástica esté en alza siempre ayuda a crearte más expectativas todavía. Pero que no, que este The Troll Hunter está más cerca de la patochada de Incident at Loch Ness que a la seriosidad de El proyecto de la bruja de Blair.
Tenemos entre manos el ya clásico falso documental donde un grupo de chavales están haciendo un documental sobre cazadores de osos furtivos. Con la tontería acaban descubriendo todo un complot tramado por el gobierno que tiene a golpe de talonario a un cazador que se dedica a mantener controlados los trolls, esos seres del folclore escandinavo, de los bosques del país.
Evidentemente el que alguien se crea que esto tiene algo de realidad es que toma demasiados psicotrópicos o tiene 4 años. Y es que ese detalle de querer venderla como unas cintas encontradas y diferentes blaos es su gran cagada. Si la ves con ojos de película fantástica con tintes del genero de supervivencia vista a través de una cámara de vídeo, como en su momento Monstruoso (Cloverfield), pues adelante, debe ser hasta disfrutable. Pero si la vemos con el morbillo que en su momento pudo tener The Blair Witch Project, como un documental con cierta verosimilitud, nos dará la sensación que el tal André Øvredal, director de todo esto (e igual también albañil y pensador), se está partiendo de risa a nuestra costa.
Y la gran pregunta: ¿salen los trolls? Sip, salen los puñeteros trolls. Y eso es el otro gran fallo que le veo a la película, que a la media hora ya ves a uno y además de forma muy clara.
Y no están mal hechos, por lo menos para ser una peli noruega. Evidentemente que se le nota el CGI, pero lo suelen disimular bastante bien usando el efecto nocturno de la cámara.
Además me ha hecho gracia las similitudes visuales que tienen a los colosos del videojuego Shadow of the colossus.
Por lo demás los actores son bastante maletes, que no transpiran ni un ápice de naturalidad. La misma falta de naturalidad que tienen sus acciones, como el que el cazador se dedica a pasar de los chavales la primera media hora y luego se hace amiguete de ellos y les explica todo así porque sí.
Vamos, una joyita de película
pero si en el trailer ya se nota (aunque esté logrado) que son hechos por ordenador, además si son tan grandes donde coño se esconderían si existieran, y lo mejor de todo, dónde esconderían sus mierdas.
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