viernes, julio 03, 2009
Thriller A Cruel Picture
Quizá los más despistados de lugar no lo sepan (pocos deben quedar ya) pero este Thriller A Cruel Picture es la película de la que más chupó Tarantino para el díptico de Kill Bill, aunque en muchos sitios reseñaban (incluso el inefable Juan Carlos Gallardo me dio la chapa con ello) que se había basado en La novia ensangrentada de Vicente Aranda. Pero naranjas de la China, de la peli de Aranda como mucho cogería el concepto de una mujer en traje de novia bañada de sangre (coño que el título ya lo dice), pero nada más.Thriller A Cruel Picture es una peliculita sueca del 73 que estaría catalogada dentro del género exploitation vengativo, es decir, personaje al que joden hasta que se le inflan los machos y acaba desquiciado hasta que se carga a sus instigadores.
Aquí nos encontramos Madeleine, que de pequeñita sufrió una violación (escena rodada de una forma muy metafórica) y del trauma se quedó muda. Ya de adulta vive con sus padres en su granja mientras vende leche a granel. Un buen día se encuentra a un chulapo en la parada del autobús. El lechuguino farda de coche y la engatusa para que se suba con ella, que le va a dar una vuelta, le dice, que su buga es grande y potente. El tipo, uno de esos señores malos que cambian las etiquetas de los precios en el super y no devuelve las llamadas a sus amigos, la lleva a cenar y le da palique, y con el rollo de ir a su casa hacer la última copa la droga hasta dejarla insconsciente. Mientras tanto se dedica a inyectarle heroína para hacerla adicta (una cosa parecida a la que le hacían a la Audrey de Twin Peaks). Y una vez que se despierta le dice que se tiene que prostituir, a cambio él le dará dinero y le proporcionará las dosis de droga.
Pero la tipa no está muy por la labor, así que al primer cliente no se le ocurre otra cosa que clavarle las uñas en la cara. Como castigo, el proxeneta, le clavará un cuchillo en el ojo como el que le mete la puntillica a una aceituna rellena de anchoa; y no contento con eso le obliga a firmar unas cartas que él mismo ha escrito para enviarlas a los padres de Madeleine, diciendo que han sido unos papas muy malos y se larga a buscarse la vida en saber donde. Los yayos muy afectados por la misiva se suicidan, cosa de la que Madeleine se entera.
Así que después de le hayan dado por el culo (tanto literal como metaforicamente) la tipa ya dice "te vas a cagar, cabrón"; y en su tiempo libre se dedica hacer clases de conducción, defensa personal y tiro al blanco; y una vez que ya lo tiene todo controlado comenzará a cargarse a todos los que le han dado por la retaguardia.
Bo Arne Vibenius, el director, guionista, productor y lo que haga falta, se propuso hacer un exploitation puro y duro, que es lo que triunfaba en la época, lo suficientemente impactante para que destacase sobre los demás, con la única intención de sacar cuanta más pasta mejor, entre otras cosas porque su anterior y primera película (sólo ha rodado 3), una comedia, fue un estrepitoso fracaso. Y tanto ímpetu le puso al asunto que la película estuvo prohibida en su propio país, Suecia, y en otros muchos lugares estaba amputada 20 o 30 minutos.
Más que por su violencia su censura fue producto de la escenas porno donde vemos unos primerísimos planos de no hace falta decir que.
Aunque Christina Lindberg, la protagonista, se había iniciado en sesiones fotográficas soft de la mano de Penthouse y Playboy, los primeros planos porno no los rodó ella, si no una doble, aunque no tuvo problemas a la hora de salir desnuda en el film.
Como ya he dicho antes Tarantino sacó elementos de esta peli, el más destacable, aparte de todo el factor venganza, la protagonista con el parche en el ojo, que va cambiando para que combine que el resto de sus modelitos.
Como buen exploitation la peli luce medios muy justitos, pocos actores, localizaciones excesivamente despobladas y coches que explotan porque sí a lo Piquer Simon style. A eso añadamosle cámaras lentas a tutiplén que remiten a Peckinpah.
Bastante más logrado está el plano estético, aunque tampoco hay que darle mucho más merito que el haberla rodado en su época; el que ahora esa ropa, la fotografía y demás luzcan chanantes es virtud de su tiempo y época. Y que Bo Arne Vibenius debió aprender algo después de rodar con Bergman.
Algo de sangre tiene, no mucha todo hay que decirlo. Quizá la escena más gráfica (aparte de las escenas pornográficas) es el acuchillamiento del ojo estilo Un perro andaluz, que según la leyenda que corre Arne Vibenius usó el cadáver de una persona para rodarla. Cosa que confirmó Christina Lindberg en una entrevista hace poco, según ella la escena se rodó en un hospital y el cuerpo era de una chica que se había suicidado.
Con todo es una película muy pausada, que se toma su tiempo en explicarlo todo y cuando ya han pasado tres cuartos de película es cuando vemos la venganza, que no deja de ser bastante secota y poco espectacular en cuanto a vísceras y sangre, reduciéndose todo a simples disparos en el pecho y la carga de sangre haciendo explosión. Y bastante curiosa la forma de rodar el final, con un estilo puramente westeriano, no casualmente acontece en un escenario practicamente desierto, donde sólo faltan los planos de miradas tan conocidos de Leone. Y encima, como guinda, tenemos la ejecución de la venganza final lo suficientemente cabrona aunque no lleguemos a ver el elemento más gore y morboso.
citas a Arne Vibenius como director y luego lo citas como la protagonista, algo pasa ahi.
ResponderEliminarMe la pongo a descargar a ver.
Gñé! Es lo que tiene el daltonismo, que confundes las cosas.
ResponderEliminarSolventado.