miércoles, diciembre 10, 2008
House II. Aún más alucinante
Después del éxito del primer House era lo normal que acabara apareciendo la secuela, y más teniendo detrás a gente experta en explotar los filones como Sean S. Cunningham y Roger Corman con su New world pictures en la distribución.
Y mucha prisa se debieron dar porque un año después ya estrenaban esta House II que en Usa apareció con el subtítulo de The second history.
Y no se les ocurrió nada mejor que darle la dirección a Ethan Wiley, que había escrito el guión de la primera parte y que luego dirigió tres pelis más (todas ellas basurilla, incluida un Los chicos del maíz 5). Aparte de dirigir también se ocupó de escribir el guión en solitario, enfatizando los toques humorísticos, que ya estaban presentes en la anterior entrega y que aquí se multiplicaban, y aventureros.
Decidieron hacer bastantes decorados y bichos (incluidos dinosaurios) en deterioro de contar con nombres conocidos en el reparto, con lo que todo el elenco es muy serie Z a excepción de John Ratzenberger, que recordaremos por ser el cartero Cliff de Cheers. Efectivamente un auto homenaje que se hacen en la saga ya que en la primera vimos a su pareja en Cheers, George Wendt.
En cuanto a la historia más que una secuela es una especie de remake pero más infantil y aventurero.
Jesse McLaughlin acaba de heredar una gran casa a la cual se traslada. Allí encontrará material de su familia y descubrirá que uno de sus antepasados fue un bandolero del far west que robó una calavera de cristal que concedía la vida eterna.
Así que al chaval no se le ocurre mejor cosa que desenterrar la tumba de su tatarabuelo y cual será su sorpresa que encuentra a su abuelo vivito y coleando, eso sí, totalmente putrefacto.
El zombie le contará la historia de que su antiguo compañero de aventuras, Slim, al que él mató, continua buscando la calavera, con lo que tendrán que evitar que éste la encuentre.
La peli fue un fracaso en el momento de su estreno. Y eso que tampoco se habían gastado mucha pasta, pero sí la suficiente como para construir diferentes decorados y efectos como he dicho antes. Desde una habitación que en su interior oculta una jungla, los dinosaurios que habitan en ella, algunos animados en stop motion (que tienen un pase para ser una serie B) y otros que directamente son muppets (estos ya rozan el ridículo) y es que por ahí estaba Chris Walas.
Seguramente donde más inspirado estuvo fue en el maquillaje del malo, Slim, una especie de Tex Hex, el villano de la serie animada BraveStar, y su caballo, totalmente comido por los gusanos y animado en un clásico stop motion. Recordemos que en la época el tema CGI era una utopía.
Volviendo al argumento de la peli decir que es terriblemente infantil. Que aquí usaban las hoy tan de moda, gracias a la cuarta entrega de Indiana Jones, calaveras de cristal de origen azteca y maya.
Si en la anterior entrega se movía en el genero fantástico en esta secuela se pasa directamente a las aventuras familiares más sonrojantes. Que si me lanzo con una liana para evitar el sacrificio de una virgen, que si tengo como mascota un muppet con cuerpo de gusano y cabeza de perrito que me encuentro en la prehistoria, que si organizo una fiesta de disfraces y el zombi de mi abuelo pasa desapercibido porque la gente se piensa que va maquillado... Efectivamente, situaciones ridículas y vistas mil veces.
En cuantos a los actores, pues todos patéticos, desde el prota que con su cara de pasmarote que no sabe donde se ha metido o su compinche, que ejerce el papel de resorte cómico, que va de gracioso y lo que da es pena.
Curiosamente en la anterior el mejor era George Wendt, el de Cheers, y en esta este honor recae en el otro actor de la serie del bar, John Ratzenberger, que aquí ejerce de un estrafalario electricista que es a la vez un aventurero con su espada y todo.
En definitiva, que no la aguanta ni un niño de 9 años de hoy en día.
es mala de cojones, ya en su epoca era mala
ResponderEliminar