Wizards

A finales de los 70 Ralph Bakshi venía de estrenar todas aquellas películas animadas tan psicotrópicas llenas de sexo y drogas. Llegado a ese punto se propuso tocar otros palos que le interesaban, entre ellos el género fantástico.

Con el título de War Wizards comenzó su nuevo proyecto que, años más tarde, algunos la catalogaron como la primera de su trilogía de espada y brujería formada por la siempre criticada, y que a mí no me desagrada en absoluto, El señor de los anillos y Tigra, fuego y hielo, aunque eso de trilogía hay que cogerlo con pinzas.

¿A quién me recuerda este boceto?

Como comentaba antes el proyecto se gestó bajo el nombre de War Wizards, pero Fox, productora del entuerto, prefirió cambiarle el nombre para evitar confusiones con otra película que iba a lanzar, Star Wars, con lo que se quedó en el escueto Wizards. Curiosamente uno de los dobladores de la cinta animada era un tal Mark Hamill.

Cuando la producción estaba a punto de acabar Bakshi se quedó sin dinero (hecho que le sucedía muy asiduamente en su proyectos) y la Fox le dijo que no soltaba un céntimo más, con lo que se tuvo que liar la manta a la cabeza y poner él la pasta que faltaba. Uno de los mayores problemas de esta falta de dinero fue que faltaban por rodar unas escenas de batallas con actores reales para luego pasarlas por el rotoscopio, así que se tuvo que conformar con usar el material que le dio la Fox de películas como El Cid, La Batalla de las Ardenas, Patton o Zulú. Finalmente, en febrero del 77 y después de haberse gastado casi un millón y medio de dólares se estrenaba en USA.


Después de una guerra nuclear en el planeta sólo quedan hadas, duendes y mutantes. La reina de las hadas tiene dos hijos, Avatar, un mago bueno y bondadoso, y Lobo negro, un mago malo como la tiña. Siendo adulto Lobo negro tiene que marcharse de su tierra porque ha sido derrotado por su hermano al intentar tomar el control del poblado. Evidentemente su plan es vengarse y para hacerlo recluta un ejercito de mutantes pero que son tan estúpidos que, pese a ser más fuertes que los elfos y hadas, no pueden derrotarlos. Pero para su fortuna, entre los restos de la civilización que vivía en la Tierra 3 mil años atrás encuentra un proyector con el que puede llenar el cielo de imágenes de Hitler y sus ejércitos, minando la moral de elfos y hadas. La única opción que tiene Avatar, el mago bueno, de derrotar al ejercito de mutantes será ir hasta la guarida de su hermano y destruir el proyector.

¿Soy al único que le recuerda al Bender de Futurama?

La peli sin ser un gran éxito recaudó lo suficiente como para que Bakshi hablara con la Fox para producir dos pelis más ya que desde un principio tenía en mente hacer una trilogía en el universo de Wizards pero la productora le dijo que no, pese a eso volverían a unir fuerzas años después en Tygra, fuego y hielo.De todas formas aunque no vemos las secuelas en formato animado Bakshi lleva unos años trabajando para sacarlas en formato cómic.

Como decía antes hay muchas escenas rodadas en rotoscopio de una forma muy sencillota enmascarándolo con un falso arte y ensayo que a día de hoy no cuela ni de coña. Pero es que Bakshi era un experto en hacer este tipo de trampillas, por ejemplo, en Wizards los animales en los que se desplazan los protagonistas tienen dos patas por la sencilla razón de evitarse tener que animar cuatro.

A parte usa fotografías en algunos fondos o auténticas películas de propaganda nazi o hasta discursos de Hitler.
Mención especial para una banda sonora cuanto menos extraña, con unos toques jazz (!!) más apropiados para un Fritz que para una producción de espada y brujería.


Estrenada en Espanya como Los hechiceros de la guerra la película no deja de ser un banco de pruebas para su titánico El señor de los anillos. A parte de compartir género y técnicas de animación las dos pelis cuentan historias muy similares: un grupo de individuos deben llegar a las tierras del malo y conseguir derrotar al ejercito que ha reunido éste.

Como apunte decir que en la peli encontramos bromas privadas a costa de Fritz o Frank Frazetta (con el que colaboraría en Tygra: hielo y fuego unos años después).

Wizards no es una buena película, la animación no es todo lo buena que querríamos pero sobre todo tiene un problema de guión, a veces confuso y otras simplemente monótono y aburrido. Todo ese batiburrillo de rotoscopio muy mal disimulado, fotografías para algunos fondos y filmaciones reales para otros no le sienta nada bien a una película de animación que le da un tono de quiero y no puedo.

Bakshi deberá esforzarse más.
Ah, no! Que ya está muerto. Artísticamente, of course.