Llevaba tiempo queriendo ver la película en cuestión. Había oído comentarios hace más de año cuando se hacían pases en festivalillos, aunque los buenos comentarios me eran sospechosos porque ya sabemos como está el mundillo de pelotas lameculos (y no sólo en el mundillo profesional, el otro, el cutre, es peor). Luego la peli se estrenó hace un año y duró un par de semanas en cartel. A partir de ahí las críticas no eran tan buenas, pasamos a "fallido intento". Me espero hasta abril, que es cuando se supone que sale en dvd, pero nunca ve la luz, Y, al final, un año después, supongo que por problemas de distribución, aparece a la venta en un pack (Pack Midnight Movies, sin un puto extra, señores) junto a una mierda de tamaño estratosférico como es
Evil aliens.
Volvamos con
The birthday. El prota es un desencantado Corey Feldman, que aquí hace de un sosías de Woody Allen (no por casualidad está doblado por Roger Pera) vendedor de pizzas que no para de tartamudear, hacer gesticulaciones ridículas y va de un lado a otro cual Chiquito. Resulta que en un hotel se celebra el cumpleaños de tipo con pasta, concretamente el padre de la novia de Feldman, a partir de ahí la estrella juvenil de los 80 se encontrará con personajes tarados que esperan la llegada del anticristo. Casi nada.
El hijo bastardo de Jack Palance
Vamos a ser claros la peli es una gran ful, un mierdón, vamos. Durante 50 minutos no pasa absolutamente nada (y eso que dura hora y media), aunque eso no es lo peor, esa primera parte por alguna razón se puede aguantar sin vomitar, seguramente porque esperas que pase algo o que por lo menos te empiecen a contar algo de la historia, porque tres cuartos de hora viendo bajar y subir plantas a Corey en ascensor pues como que no es un argumento excesivamente intrincado.
Pero como decía lo peor es después, cuando la historia arranca y lo que parecía que iba a ser algo con ciertos paralelismos a
The Twilight Zone se convierte en una mega chorrada de sectas y fanáticos. ¿Pero no la habían vendido como ambientada en los 80?? ¿Con fenómenos extraños?? Nada, todo mentira. Al final todo se queda en unos decorados, todo hay que decirlo, muy conseguidos al igual que la estética, pero más allá no hay absolutamente nada en la película de Eugenio Mira, un tipo al que le hubiera gustado ser D. Lynch (¿y a quién no?) y se dedica a copiarlo a degüello, ya sea con esas habitaciones rojizas, la chica que es una mala fotocopia de Laura Dern, los planos del exterior del ascensor clavados a los de cuando Henry usaba el suyo en
Eraser head o hasta el cantante de la orquesta que tiene demasiado (y nada) en común con el presentador de El club silencio (incluso el doblador es el mismo).
Lo único bueno, la versón de It's my party a modo de hilo musical que suena en el ascensor.
O como intentar hacer un Donnie Darko con el culo en l'Eixample