sábado, agosto 14, 2021

El rey de la comedia

No soy especialmente amigo de Scorsese. After hours está entre el grupito de mis favoritas, pero salvo alguna que me hace más o menos gracia (El lobo de Wall street, Shutter island), el resto de su filmo no me interesa. Sí, ni las cacareadas Taxi driver, Uno de los nuestros, Casino, Toro salvaje... Esto va como va.

Conocía la existencia de El rey de la comedia, pero solo por su condición de fracaso y su carátula. Solo con eso ya me había montado la película (nunca mejor dicho) que estábamos ante una comedia fallida. Pero hace nada cacé el trailer y pensé "coño, esto es como Cecil B. Demente u Obra maestra, la del Trueba pequeño". Así que mis pajas mentales se iban por el retrete a la vez que me daban ganas de verla.
Lo primero con lo que me topo es con un redoblaje más o menos actual y que pillar el original de la época no está fácil. No empezamos bien.

Rupert Punkin es un aspirante a cómico que está obsesionado con Jerry Langford, un showman consagrado que presenta el late night de más éxito. Tras un encuentro fortuito (o no), Punkin conoce a su ídolo y sigue su consejo de preparar un número y grabarlo en cinta para hacérselo llegar. Evidentemente esto no es más que una forma de quitarse de encima a otro de sus muchos fans y cuando Punkin lleve la cinta recibirá un "ya te diremos algo" como respuesta.
Y hasta aquí la sinópsis porque tampoco quiero fusilar demasiado, aunque en el trailer te explican casi la película al completo.

Martin llegaba a los 80 después de un fracaso como New York, New York y Toro salvaje, que si bien había cosechado premios y grandes críticas, a nivel económico no es que hubiera reventado la taquilla precisamente, por lo que no tenía muy claro que rumbo tomar en su carrera cinematográfica.
El proyecto de El rey de la comedia no le era extraño. Ya a principios de los 70 le llegaría el guión firmado por Paul Zimmerman (¡que venía de ser guionista en El barrio Sésamo!) de la mano del mismísimo Robert De Niro, pero no sintió ningún tipo de interés y lo rechazó. El que sí estaba muy interesado era el actor que, años después, acabaría ofreciéndoselo a Michael Cimino, con el que acababa de rodar El cazador. Pero el director acabaría apeándose del proyecto cuando el film que estaba rodando, La puerta del cielo, comenzaría a darle demasiados problemas.

Paralelamente, De Niro y Scorsese habían parado el rodaje de Toro salvaje para que el actor tuviese tiempo a engordar. Mientras tanto se dedica a ensayar su personaje de El rey de la comedia con ayuda de Scorsese, que, ante la insistencia del actor y ver con otros ojos el libreto, acabaría aceptando dirigirla.

Con un presupuesto de 20 millones puestos por la Fox, el rodaje empezaría en junio de 1981, un mes antes de lo previsto para intentar evitar problemas por una huelga de directores que se avecinaba, y con Scorsese todavía aquejado de una neumonía.
Además de De Niro tenemos a Jerry Lewis encarnando al showman Jerry Langford, en un papel muy diferente al que solía enfrentarse el cómico, y que en un primer momento se le ofreció a Johnny Carson, que lo rechazó. Sin duda un papel que Lewis aceptaría de buen grado porque le permitiría revindicarse y hacer uno de esos comeback que tanto gusta en Hollywood.

Quizá me equivoque por no tener demasiado interés en la filmo del director, pero me parece que el film es bastante rompedor dentro de su carrera.
Muchos se acordarán de como el título aquí reseñado volvió a la palestra con el Joker de Todd Phillips (aunque, a falta de verla, no ignoraría otro De Niro como Fanático). Curioso como se hablaría sin complejos de la influencia del film de Scorsese cuando, básicamente, es una fotocopia. Todo lo que viste en Joker lo tienes aquí: tipo tarado que sueña con ser un gran cómico, que vive con su madre en un castillo apartamentucho y ve la vida de una forma muy distorsionada. ¿Quizá por ser todo tan evidente pusieron al director de Uno de los nuestros como productor?

Más allá de estas semblanzas, también se buscó un vínculo directo, queriendo ver a ese showman interpretando por De Niro que acaba lleno de balas como al mismísimo Punkin, habiendo conseguido su objetivo de convertirse en una celebridad.
Y aquí es donde me meto en el final de El rey de la comedia OJO SPOILERS cuando se nos explica (con un montaje clásico de los telefilms con aquellos epílogos de "qué pasó con...?") Punkin se convierte en una celebridad y, pese a pasar unos años en la cárcel, escribe una biografía que se convierte en best-seller y al quedar libre se montá un exitoso espectáculo que lo lleva a ser el showman televisivo que tanto soñaba.

Sin duda, un final tan happy end que parece evocado por su mente enferma. Igual que la figura de su madre (¡hola, Psicosis!) a la que oímos pero nunca vemos y nos deja la semillita sobre su existencia real. Lo mismo pasa con su amiga Masha (Sandra Bernhard) que está tan o más tarada que él. Ella es la desencadenante del encuentro "accidental" entre Punkin y Landford, y lo digo entrecomillado porque podemos llegar a pensar que estaba planeado. Además, Masha casi parece otro personaje de la mente de nuestro protagonista, durante la mayoría del metraje no interactúa con nadie salvo con Punkin, y solo lo hace al final con el secuestrado Landford mientras le hace un patético estriptease. Aquí es donde se nos rompe esa opción, pues pudiendo pensar que es el propio Punkin el que esta haciendo el desnudamiento pero bajo la identidad de Masha (una de sus múltiples personalidades) en realidad, de forma paralela, está siendo retenido por la policía.
Pero me imagino que ni Scorsese ni Zimmerman tenía la intención de dejarnos la semillita de la duda ante la posibilidad de las múltiples personalidades del personaje de De Niro, y es casual.


El rey de la comedia fue un estrepitoso fracaso que apenas recaudo 2,5 millones en USA, pese a que la crítica fue benevolente.
El fim llegó en la época que La gran puerta del cielo se comió a la United Artist y con ello despertó a los ejecutivos que estaban embelesados de los blockbusters de Spielberg, Lucas y compañía, cerrando el crédito casi ilimitado que habían otorgado a todas aquella camada que llegó en los 70. Así que Scorsese, pese a verse en la tesitura de no contar con un éxito económico desde 7 años atrás (Taxi driver) no se amedrenta y se tira unos cuantos años intentando levantar su deseada La última tentación de Cristo. Cosa que casi sucede en aquellos primeros 80, pero eso ya es otra historia. 

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