sábado, diciembre 01, 2018

Lápiz de labios

Lipstick, Lápiz de labios, Mariel Hemingway, Margaux Hemingway

Chris McCormick es la modelo de moda. Después de la muerte de sus padres se ha dedicado a cuidar de su hermana pequeña mientras hace sus sesiones de fotos. Un día recibe la visita del profesor de música de la hermana para que éste le muestre algunas grabaciones que ha realizado, pero lo que acaba ocurriendo es que el hombre viola a la modelo. Evidentemente ella denunciará la agresión y se iniciará un juicio que abrirá el debate entre la opinión pública.

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Lápiz de labios podría considerarse un título de rabiosa actualidad. Lo que en su momento fue blanco de la crítica, que la acusó de ser un mero exploit, hoy sigue estando vigente por los acontecimientos que a todos se nos vienen a la mente. En la película tenemos el salto del tiempo, ya que estábamos en 1976 y las cosas han cambiado mucho en estos más de 40 años. ¿O no? Pues lo cierto es que por momentos no. Está claro que años atrás había temas de los que hasta se podía hacer humor (ahí tienes el "mi marido me pega" de Martes y 13, que ya era de los 90s) y que en la actualidad hay que cogerlos con pinzas de cirujano para no ofender a nadie. En el film se dan unos datos que, sin estar seguro que fueran reales, son una locura. Dicen que había más de 50 mil violaciones en California y sólo se denunciaban 10 mil, de las que únicamente en el 2℅ de los casos el violador iba a la cárcel.
Y una guinda que deja caer la abogada de la víctima: "todo ciudadano tiene derecho a un juicio... hasta las mujeres." Sí, parece algo del paleolítico pero ahí está el comentario.

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El film juega con un tema como el "es que ella lo provocó" que sigue estando de vigente. Aunque claro, aquí hemos sido testigos de la violación y somos los primeros en saber que, efectivamente, hubo delito. Y es que es bien cierto que la historia nos lleva por los vericuetos de los juicios, donde el abogado del acusado es capaz de darle la vuelta a la tortilla y no sólo salverle el culo a su cliente, si no conseguir que la víctima quede retratada como una fresca.
Y es precisamente cuando el film entra en su parte más judicial que la cosa pierde gas y entra en su aspecto más telefilmesco. Anteriormente habíamos asistido a una violación que en su momento se consideró extremadamente dura pero que vista en la actualidad es casi de Disney Channel. Pero si en su mitad la cosa se ha tornado pesada, es en su último acto cuando la cosa es tan exploit que te hace explotar la cabeza. SPOILER La modelo realiza una sesión de fotos en un edificio en el que el profesor está haciendo alguna historia musical y se dedica a molestar a la hermana pequeña. En cuanto la modelo se entera, coge una escopeta, va en su búsqueda y le pega dos tiros.

Sin duda este monstruo de Frankestein que acabó siendo Lipstick es culpa de la guerra interna que tuvieron el productor, nuestro colega Dino de Laurentiis, que quería algo que fuese extremadamente provocador, y el director, Lamont Johnson, más interesado en contar una historia de denuncia social.

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En el reparto tenemos a un jovencito Chris Sarandon, haciendo del violador y de auténtico hijoputa; Anne Bancroft, la señor Robinson de El graduado, como la abogada de la modelo; Perry King, el profe de Curso 1984, como el novio de la víctima; y Mariel Hemingway, en su primer papel haciendo de la hermana pequeña. Precisamente ella sería protagonista años después de un film con ciertos paralelismos, la muy superior Star 80 de Bob Fosse.


Pero quien es la auténtica protagonista es Margot Hemingway que, al igual que su hermana pequeña, aquí haría su debut en el cine. La chica tuvo una vida, como mínimo, llamativa. Fue una modelo de éxito que asomaba su cara en las portadas de las revistas más vendidas de los 70, llegando a cobrar un millón de dólares por su contrato con Fabergé para promocionar perfumes. Y, como es natural, su siguiente paso tenía que ser el cine. Su debut sería esta Lápiz de labios, que no tendría éxito en su estreno, para luego estarse un par de años en el dique seco hasta que la vimos en Voracidad, exploit de Tiburón de la mano del bueno de Antonio Margheriti (alias Anthony M. Dawson), Al otro lado de Brooklyn de Menahem Golan, y en Goma 2 de Jose Antonio de la Loma. Alcohol, drogas y sobrepeso la llevaron a los telefilms y serie B videoclubera y de ahí al suicidio en 1996.

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