sábado, diciembre 16, 2017

Reservoir dogs

Reservoir dogs, QuentinTarantino

El 13 de enero de 1995 nos llegaba el estreno de Pulp Fiction, un auténtico fenómeno y "oficialmente" resucitaría la carrera de Travolta (pese a que un par de años antes había tenido un pelotazo en taquilla con Mira quien habla), convertiría a Samuel L. Jackson en el negrata de moda y a Tarantino en el salvador del cine moderno. Cosas de la época.

Por aquellos días era muy frecuente que ante un bombazo en los cines, las teles rescataran alguna peli antigua de los implicados (práctica que a día de hoy se sigue haciendo, como cuando sacan una nueva de Los vengadores y Cuatro emite alguna de las anteriores). La cuestión es que por marzo o abril de aquel 1995, TV3, que después del partido del sábado por la noche ponía pelis, nos deleitaba con, efectivamente, Reservoir Dogs, la ópera prima (si no tenemos en cuenta la perdida/inacabada My Best Friend's Birthday) de Tarantino. De aquel pase, evidentemente en català, es mítico el "cigala, cigala, cigala..." en lugar del "polla, polla, polla" de la charla del desayuno. Hago un alto para recordar el doblaje ratonero que tuvo en castellano que acabó sustituido por uno nuevo en sus ediciones digitales.

Por lo demás, ya conocemos de sobra la historia. Un mafioso prepara un robo y reúne a un montón de ladrones que no se conocen entre ellos y sus apodos son nombres de colores. Claro está que la ejecución saldrá fatal y acabarán en un almacén intentando descubrir si había un topo en la banda.



Reservoir dogs, QuentinTarantino

A Tarantino hay que tirarle a la cara muchas cosas pero también reconocerle otras tantas. Ya desde este primer largometraje nos deja claro con que cartas va a jugar en el resto de su filmo. Esto es un montón de diálogos de los personajes que pueden llegar a ser fascinantes pero que aportan poco o nada a la trama más allá de definir la personalidad de los que las recitan (todo esto sacado de la nouvelle vague). La recuperación de canciones para sus OST, que en muchos casos o estaban olvidadas o en su momento pasaron desapercibidas. Y, por no hacer esto mucho más largo, guiños/homenajes/plagios a montones de películas que, en su mayoría no pasarían de la serie B o Z de la filmografía de algún país exótico.

Y es este último detalle el que causó polémica (además de la violencia y diálogos repletos de palabrotas que trufan el film) puesto que Reservoir Dogs era demasiado parecida a City on fire de Rigo Lam, cosa que se encargaría de remarcar Mike White con su Who Do You Think You're Fooling?



Reservoir dogs, QuentinTarantino

Que muchas veces la línea que separa el homenaje y el plagio es más fina que las pestañas de una pulga, pero está clarinete que Tarantino saqueó la peli de Lam sin contemplación alguna.
La cosa se ha quedado así. Sin reconocer nunca el plagio (pese a que en la época decía tener un póster de la película) pero aprendió de la experiencia y en sus siguientes películas hablaba sin esconderse de donde sacaba la "inspiración", lo que para la mayoría de los mortales el plagio se convierte en homenaje.

Esa historia, junto a la movida con Roger Avary por el crédito de guionista en Pulp Fiction, ha quedado diluida en el tiempo. Y es que la sombra de los Weinstein (que no habían tenido nada que ver en Reservoir dogs), Tarantino y, sobre todo, los fans de éste, son demasiado alargadas.
 

Reservoir dogs, QuentinTarantino

Aun y así hay que decir que la defensa de Reservoir Dogs es bastante de boquilla. Más de uno reconece que se aburre con ella. Yo mismo le acabé pillando el puntillo a base de varios visionados. No olvidemos que estamos ante una película independiente que apunto estuvo de hacerse en 16 mm y por 30 mil dólares si no llega a ser por Harvey Keitel que se metió por ahí y la cosa ascendió al millón. Aun y así es una peli muy pequeñita. Toda ella basada en un atraco que nunca se ve en pantalla, simplemente porque era inviable rodarlo y donde apenas hay 4 escenarios y el principal es un viejo almacén. Todo muy teatral, vamos.

Por aquellas el film pilló fama a nivel minoritario, más por su presencia en festivales que por otra cosa. Lo clásico, que es una peli no para todos los paladares y que no acabó de recibir el espaldarazo de una gran distribuidora para llegar al gran público. Su llegada al fándom tuvo que esperar un par de años, cuando definitivamente Tarantino dio el salto a la primera división con Pulp Fiction.


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