Luego uno se hace mayor y empieza a escarbar y descubre que aquello era un grupo de tipos la mar de cachondos que editaban una revista y se pasaron al celuloide.
National Lampoon: Drunk Stoned Brilliant Dead es uno de los muchos documentales que nos están llegando los últimos años. Aquello de que los únicos documentales que habían eran los del National Geographic que se emitían en la 2 para coger el sueñecito de cara a la siesta, ha pasado a la historia. Quizá fuese gracias a Michael Moore, que llevó el género al las masas, o yo qué sé. Pero que ahora podemos disfrutar de montones y didácticos reportajes de cosas antes inimaginables es un hecho. Que si los sinsabores de Tim Burton a la hora de hacer su Superman, que si las alegrías y miserias de la serie Z con Claudio Fragasso al frente, la industria cinematográfica australiana, las movidas detrás del record del Donkey Kong... es buscar y no parar de sacar más y más documentales.
Pero regresemos al que hoy nos ocupa, al de National Lampoon. Un documental que sin demasiados aspavientos y de forma bastante formal nos explican los entresijos de unos universitarios que empezaron a editar una revista satírica que tuvo un gran éxito.
Llegaron hacer un disco que también fue un éxito. Y aquello dio pie a un espectáculo en vivo llamado Lemmings para grabarlo y lanzarlo como segundo disco, pero el espectáculo tuvo tanto éxito que se quedó como un show en vivo (por ahí estaba John Belushi haciendo de Joe Cocker y Chevy Chase). Y como todo éxito empezaron las rencillas y envidias. La disputas entre algunos por quien se follaba a quien, llevó a que crearan el programa radiofónico Radio Hour que se llegó a emitir en mas de 600 emisoras. El programa tenía bastante problemas para encontrar patrocinadores a causa de un humor muy bestia, donde abundaban bromas de violadores. Ya por la época aparece Gilda Radner, Bill Murray o Harold Ramis.
La película fue un pelotazo, lo que hizo que le siguieran nuevas producciones y muchos del grupo partieran hacer películas. Cosa que influyó mucho en la revista, que cayó en calidad y en ventas.
Con la nueva época dorada de la televisión, los nuevos fichajes también fueron reclutados para guionizar series como Los Simpson o Padre de familia. Lo que hizo que la revista muriese a finales de los 90. Aunque ha nivel cinematográfico la marca sigue pero, desde hace años, con subproductos que son poco menos que vomitivos.
Para los que nos tira más el celuloide el documental nos sabe a poco. Está enfocado desde el punto de vista de la revista, lo que hace que todo lo que tenga que ver con las películas esté tocado muy de aquella manera. Más por exigencias de explicar el porqué la fuga de cerebros en varias etapas, que por que realmente quieran explicar como se produjeron.
Aun y así es un documental a tener en cuenta para los que mamamos las movidas de Chevy Chase y su familia.