domingo, abril 02, 2017

Kamikaze Detroit

Kamikaze Detroit, Pat Morita, Jay Leno, Lewis Teague

La bestia bajo el asfalto, Los ojos del gato, Cujo, La joya del Nilo... Todas ellas tienen algo en común y es la figura de su director: Lewis Teague. Para algunos un mercenario, para otros un todo terreno y algún que otro dirá que un artesano por aquello que te hacía una comedia de aventuras, una de terror, una de justicieros urbanos o una monster movie. Parece que todo le daba un poco igual e iba haciendo según lo que le ofreciesen.

En la que hoy comentamos se pasó a la, en aquella época, tan de moda budy movies, con Arma letal a la cabeza y un sin fin de retahílas que empezaron siguiendo el juego de poli cachondón y poli seriote (Danko: Calor rojo, El principiante) y fueron metamorfoseando a poli + extraterrestre (Hidden) o poli + perro (Socios y sabuesos), aunque esto ya degeneraría en un subgénero propio (Superagente K-9, K-9000, Top dog el perro sargento...). Pero en plena segunda mitad de los 80 lo que todavía se llevaba era lo de los 2 polis "humanos" de carácter opuesto que tienen superar sus diferencias y formar equipo para llevar su caso a buen término, así que de eso va Kamikaze Detroit.
 

Kamikaze Detroit, Pat Morita, Jay Leno, Lewis Teague

Unos americanos mafiosillos roban de Japón el prototipo de un motor de coche, a lo que los nipones mandan a un poli a yankilandia a recuperar el artefacto. Y una vez allí se topará con el clásico poli norteamericano que pasa de todo y es un tosco pero que en el fondo es un buenazo y que se pone las pilas en el caso.
Nada nuevo bajo el Sol, que diría aquel. Pura rutina en un producto que hace aguas por todas partes desde el minuto 1. 

Kamikaze Detroit, Pat Morita, Jay Leno, Lewis Teague

Producida por De Laurentiis Entertainment justo cuando al tito Dino se le vino abajo el chiringuito con los descalabros de Dune, King Kong 2, Maximum Overdrive y algunas más. Lo que hizo que Kamikaze Detroit (en su V.O. Collision course) se quedara sin financiación al final del rodaje, haciendo que no se pudiera terminar como estaba previsto, además de quedar congelada durante un par de años. No sería hasta 1989 que tendría estreno en algunos países (entre ellos el nuestro), aunque en los USA saldría directamente a vídeo en 1992. Cosa que ya nos augura toneladas de mierda.

Porque la peli no es mala, es malísima. Ni sus chistes tienen gracia ni sus escenas de acción son espectaculares para los cánones de los 80. Con una estética muy costrosa, puramente de subproducto para videoclub. Sin duda, uno de esos films que pueden llevarse por delante la carrera de los que participan en ella. 



Kamikaze Detroit, Pat Morita, Jay Leno, Lewis Teague

Quizás este estreno de tapadillo fuese propiciado por el propio Jay Leno, ya en la época un peso pesado como showman, que siempre ha echado pestes del film.
Y es que la cosa no debió ser un camino de rosas precisamente. Varios directores estuvieron trabajando en el proyecto hasta que llegó a las mano de Teague (John Guillermin, Bob Clark, Richard Flesicher) en un momento que parecía que habría una huelga del gremio de directores; además que Jay Leno impuso un horario de filmación muy restrictivo pues tenía que seguir con su gira de stand-up.

Además de Leno (que siempre ha renegado de la película), tenemos como su compañero de aventuras a Pat Morita, que vivía su época de mayor éxito gracias a Karate kid (¿alguién recuerda que se subtituló El momento de la verdad?) y gracias a ello aquí se embolsó un suculento cheque de 2 millones. Como malo tenemos a un perdidísimo Chris Sarandon y ocupando el target afroamericano a Ernie Hudson. Y como curiosidad un par de nombres de tipos que solían hacer de tipos malos y con cara de monstruo deforme: Randall "Tex" Cobb (El chico de oro) y Tom Noonan (el monstruo de Frankestein de Una pandilla alucinante).

Dice la leyenda que cuando salió en vídeo en los USA de la mano de la HBO pusieron un texto al final de los créditos finales que te devolvían el dinero si no te gustaba. Nadie reclamó, seguramente porque nadie llegó hasta allí.


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