¿Ha sido KurtRussell un actor de los que llevaban masas de culos a llenar las butacas de los cines? Hombre pues la verdad es que no. Y sabiendo que sus films más mitificados (La cosa, Golpe en la pequeña China, 1997: Rescate en Nueva York, curiosamente todos de Carpenter) acabaron siendo desastres de taquilla (aunque luego les sacaron las castañas del fuego sus pases a videoclub) pues no podemos decir que el bueno de Kurt vaya a ser un referente. Al pobre siempre le faltó ese gran pelotazo que casi consigue con Tango y Cash o Conexión tequila. Stargate, Sky High o Dreamer: camino hacia la victoria tuvieron sus buenos beneficios, pero no eran ese mega pelotazo. Y ni siquiera el eterno intento de Tarantino de relanzar carreras le ayudó mucho con el fracaso de Death proof.
Pero eso sí, cariño le tenemos, porque un tío que ha hecho todas esas maravillas con Carpenter, más su trilogía de instituto para Disney y hasta Llamada a un reportero (la película en la que se ven más micrófonos colgando por minuto) merece eso y más.
Decisión crítica no deja de ser una vuelta de tuerca del Delta Force de Chuck Norris: un avión (de la compañía Oceanic!) es secuestrado por un grupo de terroristas. El plan es conseguir introducir en pleno vuelo a un grupo de fuerzas especiales que consiga reducir a los terroristas.
Hasta ahí nada nuevo bajo el sol. Y lo que sigue mucho menos porque tenemos todos los clichés habidos y por haber: el especialista en desactivar la bomba se queda impedido para hacer su función y ha de ir guiando a otro, personaje que no está preparado para coger un arma tiene que lidiar con los terroristas, los militares a punto de ser descubiertos en su escondite, aterrizaje de emergencia en el último momento por parte de un no piloto...
Pero todo eso no es para nada malo, porque son los ingredientes necesarios para tener una muy buena película de acción puramente noventera. Aunque lo de acción hay que cogerlo con pinzas, porque lo que se dice acción pues como que no hay tanta como podemos pensar en un principio. Lo que sí que hay son muchas escenas de tensión, siempre jugando con ese grupo de fuerzas especiales escondidos en los compartimentos del avión y siempre estando en el filo de la navaja por ser descubiertos.
Si bien tenemos como prota absoluto a nuestro querido Russell, tenemos a otro que podría parecernos el coprotagonista: Steven Seagal. Esto ya es más engañoso porque SPOILER (aunque teniendo la peli casi 20 años ya lo deberías saber) el prota de Alerta máxima apenas sale 15 minutos en pantalla para morir de una forma totalmente pasmosa. Ésto viene dado porque el actor no estaba muy de acuerdo con su fallecimiento en el film, dando por hecho que no gustaría a los fans, pero los productores los tenían bien cogido por temas de contrato y le obligaron ha rodar sus escenas, en las que se nota mucho la desgana del actor. Es más, en los primeros posters en su estreno americano Seagal ni salía (por no salir no sale ni su nombre en los créditos) y sería para el estreno del resto del mundo cuando se decidió usar la carta Seagal para ayudar a que la película tuviese más tirón entre las audiencias, ya que en USA apenas llegó a recuperar los 60 millones que costó. Luego amasó 70 más en la taquilla internacional, con lo que unido a su explotación doméstica dejó unos pingües beneficios en las arcas de la Warner.
También estaba por ahí John Leguizamo (el payaso de Spawn), que tuvo sus más y sus menos con Russell y con Seagal, el cual le dio un golpe de aikido que le dejó ko. Halle Berry haciendo de florero en uno de sus primeras apariciones importantes; David Suchet, que hacía de Poirot en una de esas series que emiten en todas las cadenas locales, haciendo de malo malísimo; y Oliver Platt, uno de los de Línea mortal.
Dirigida por Stuart Baird, que aquí hacía su debut, luego vendrían U.S. Marshals, secuela/spin off de El fugitivo, y Star Trek: Nemesis. Corta filmografía, aunque la función más destacable de Baird es como montador, suyas son las ediciones de un montón de pelis de Richard Donner (Superman, Maverick, Lady Halcón, Arma letal....) o Casino Royale, entre otras.
Con un guión firmado por los que escribieron Depredador y siendo una producción de Joel Silver la cosa no puede ser mala. Mucho mejor les hubiera ido a los malaysios de Airlines tener un Russell en su vida.
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