martes, octubre 30, 2012

Ejecutivo ejecutor

Ejecutivo ejecutor Michael Caine

Si en los 80 reinaron los asesinos enmascarados de los slasher, en los 90 pasaron de moda para dar paso a unos psychokillers más reales y tangibles. Personajes que ni llevaban máscaras ni tenían un aura sobrenatural, se trataba de darles un toque más terrenal, lo que hacía que nos afectara más la película. Ahora ya no eran seres resucitados los que perseguían a los pobres infelices con los que se topaba, si no tíos normales y corrientes con los cables cruzados, cualquiera podía ser el psychokiller: el vecino de al lado que se había cargado a toda su familia y las tenía enterradas en el patio, el panadero que carboniza a sus víctimas en el horno del pan... cualquiera era valido para darle tensión al asunto.

Ejecutivo ejecutor Michael Caine

Meter Ejecutivo ejecutor
en el mismo saco de Jennifer 8, De repente, un extraño o Durmiendo con su enemigo es delicado porque todo el humor negro e ironía que tiene la desmarca bastante de estos films mucho más seriotes.


Aquí Caine es el clásico ejecutivo de Nueva York que trabaja en una importante empresa donde todo apunta que será ascendido a un importante cargo, pero al final, por sorpresa de todos, el cargo acaba en manos de un compañero. No suficiente con eso, en su casa se encuentra los constantes desplantes de su mujer que le tira en cara que no consiguiera el ascenso.
Una noche, por accidente, empuja a un mendigo a las vias del tren y para su asombro no pasa absolutamente nada, con lo que viendo que puede cargarse al personal y salir impune, planea cepillarse al que le toque las narices.

Ejecutivo ejecutor Michael Caine

Ejecutivo ejecutor, o A shock to the system en su versión original, es una peliculita muy modestita, que, seguramente, de no tener a Caine como máximo reclamo pasaría totalmente inadvertida. El propio actor nunca la consideró nada destacable. Si la hizo fue porque así podía pasar unas semanas en Nueva York con su familia pasando las vacaciones.

Como decía, salvo Caine no hay demasiados nombres que llamen la atención, pero alguno hay:  Elizabeth McGovern (Kick Ass, Furia de Titanes), Peter Riegert (el poli de La máscara), Swoosie Kurtz (Mentiroso compulsivo, Las amistades peligrosas) o Will Patton (clásico secundario de Armageddon, The Punisher).

Si algo tiene bueno la película es que, pese a estar rodada en USA, tiene un tufillo inglés muy fuerte con todo ese humor negro que desprende. Seguramente porque, aparte de tener a Caine de protagonista, está basada en un libro del mismo nombre firmado por Simon Brett en 1984, que años atrás fue productor del serial radiofónico de La guía del autoestopista galáctico y que luego se dedicó a las novelas de detectives.
Dirigida por Jan Egleson, del que no se puede destacar nada salvo montones de telefilmes, lo que ya nos podemos hacer una idea que lo mejor del film no es la realización precisamente.

Ejecutivo ejecutor Michael Caine

Aquí, como suele ser (demasiado) habitual, nos encontramos una edición vomitiva por parte de Manga Films. Calidad de audio que no llega ni a estéreo, imagen lleno de grano y sin respetar ni siquiera el formato, con lo que nos pasamos el visionado viendo el micrófono en la parte superior de la imagen. Una auténtica pena, porque la película merece un visionado en condiciones.

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