jueves, abril 26, 2012
Los nuevos extraterrestres
Juan Piquer Simón era un tipo que tenía el mismo discurso que Jacinto Molina: según ellos sus films eran cojonudos y cuando no lo eran siempre era culpa de otros. Pero por alguna razón Piquer me cae tremendamente simpático, con ese tono gilesco me parece que era un cachondo a vueltas de todo. En cambio, Naschy... es otra historia.
Y seguramente por esa simpatía será que las pocas películas hispánicas que se tocan en este blog suelen ser del director valenciano.
Los nuevos extraterrestres tenía que haber sido un film de terror, pero cuando E.T. El extraterrestre se convirtió en un bombazo, Dick Randall, que había estado en la producción del anterior film de Piquer, Mil gritos tiene la noche, se les ingenió para que el film tuviese su ración de niño y marcianito bueno.
Lo que en un principio se nos presenta como un bicho extraterrestre que se dedica a matar a todo lo que se encuentra por el camino, como venganza después que un cazador furtivo se dedicara a destrozar todos sus huevos, acaba como el rosario de la aurora cuando un niño consigue rescatar uno de los huevos, del que nace un pequeño bichejo llamado Trompi.
Para empezar nos encontramos con una pobreza de medios alarmante: casi todo el metraje acontece en un bosque y el resto en el interior de una cabaña. Aparte de los clásicos planos que pasan de noche y al siguiente es de día; o una tormenta que corta las carreteras y líneas telefónicas pero que nunca vemos ni una gotita del agua caer del cielo. Y de propina Piquer nos obsequia con esos detallitos que tanto le gustaba poner para hacer pasar la peli por americana: muchas banderitas estadounidenses repartidas por la casa a modo de decoración, además de tetratos de George Washington o ¡Ronald Reagan!
Una vez que tenemos asumido que no estamos ni siquiera en una serie B de bajos vuelos (lo habitual en Piquer) si no es una cosa zetosa que roza lo trash, comprobamos como se conserva la atmósfera de la idea original: un extraterrestre se dedica a matar a las personas. Eso sí, que nadie espere gore truculento porque nada de nada.
Estas escenas rompen mucho cuando tenemos al niño y su marcianito Trompi, prácticamente calcadas de E.T., pero cambiando los caramelos estilo M&M's por Kellog's y el teléfono mi casa por aquel juego de colores y musiquita llamado Simon (a saber si es un guiño que se hace el propio director).
Con algunos de los habituales de Piquer: Ian Sera, Frank Braña, Emilio Linder o Concha Cuetos (que luego saldría en Slugs. Muerte viscosa), bajo el seudónimo de Connie Chestonel, propio Piquer catalogó el film como "mierda" y a su extraterrestre Trompi como otra "mierda de campeonato, cada vez que lo veía se me revolvían las tripas", así que el que no la haya visto ya debe comenzar hacerse una idea de lo que tenemos entre manos.
Pese a todas las dificultades y escasos medios con los que contaba, el director dejó su impronta con una explosión fallera al principio del film. Piquer era mucho Piquer.
No habia oído hablar nunca ni de la peli ni del director, al menos que yo recuerdo o supiese.
ResponderEliminarBuscaré cosas de él por ahí porque me has picado la curiosidad.
¿No me digas que no has visto la película de nuestro Superman patrio, Supersonic man?
ResponderEliminarPues yo creo que no, pero también es cierto que tuve temporadas de ver muchas pelis pero sin fijarme ni en títulos ni en nada.
ResponderEliminary yo que todavía no he visto esto...
ResponderEliminar...eres un valenciano malo.
ResponderEliminarEs curioso soy de Colombia y recuerdo haber visto este film en la tv, es cutre pero aun así siendo tan malo te ries de lo tonto que es y ahi es donde esta su merito,una pelicula que cae en el cajon del olvido pero es divertido verla cuando no hay nada mas para ver.
ResponderEliminarps yo vi a estos hdp trompones cuando tenia algo asi como 5 años y hoy con 35 se que me cagaron varias noches colmadas de terror.. solo por su apariencia porque de su contenido no recuerdo nada.
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