miércoles, junio 01, 2011

Darkman (y secuelas)

Darkman, Sam Raimi, Liam Neeson
Me quito el sombrero ante la capacidad de reciclaje del señor Liam Neeson. Sí, ya había participado en películas de acción, pero él como action hero es algo relativamente nuevo. Venganza era un divertimento que funcionaba a la perfección y la reciente Sin identidad, pese a sobrarle los últimos 15 minutos y beber en exceso del Frenético de Polanski, nos entretiene de mala manera.


Si tiramos de hemeroteca veremos como veinte años atrás Sam Raimi iba siendo candidato a montones de películas de superhéroes, y fue una década antes que le encargaran Spiderman que tuvo que inventarse su propio personaje para poder ponerse tras la cámara en una producción protagonizada por un saltimbanqui en mallas.
Básicamente fue un intento de hacer una adaptación de La Sombra, pero como no le dieron los derechos acabó creando un pastiche del propio personaje de Walter B. Wibson, Frankestein, el fantasma de la ópera y el hombre invisible entre otros.

Darkman, Sam Raimi, Liam Neeson
Peyton Westlake es un científico que investiga la creación de piel sintética, la cual no puede mantener sin que se desintegre más allá de 99 minutos. Un día recibe la visita de un grupo de mafiosos que buscan un documento de su novia y, como es habitual en estos casos, destrozan el laboratorio con Peyton dentro, dejándole totalmente desfigurado.
Peyton es encontrado y, aunque no pueden identificarle, lo llevan a un hospital, donde para que no sufra por las quemaduras le eliminan su sistema nervioso, así no podrá sentir ningún tipo de dolor, aunque por contra su fuerza aumenta y se vuelve mentalmente inestable.
Del hospital no tardará en escaparse y con la intención de vengarse de sus torturadores reconstruye su laboratorio para poder usar su técnica sintética en su lucha contra el crimen.

Darkman, Sam Raimi, Liam Neeson
La película fue un verdadero quebradero de cabeza para Sam Raimi, básicamente porque fue su primera película con un gran estudio (Universal) que no lo tenían muy claro con el director y le acabaron haciendo multitud de imposiciones.
Entre ellas la de no contar con Bruce Campbell como protagonista, que acabaría haciendo un cameo al final del film. Más amiguetes de Raimi se apuntaron hacer minúsculas apariciones: John Landis, William Lustig (director de Maniac), Scott Spiegel (guionista de Terroríficamente muertos), Jenny Aguttero (la enfermera de Un hombre lobo americano en Londres) o el propio Raimi.

Ante la negativa del estudio para tener a Campbell en el papel principal se acabó recurriendo a Liam Neeson, que hasta la fecha había hecho más bien papeles pequeños. Para el malo malísimo se escogió a Larry Drake, que en la época era conocido por su papel de retrasado mental en La ley de Los Ángeles. También teníamos por ahí a Frances McDormand o al inevitable Ted Raimi.

Darkman, Sam Raimi, Liam Neeson
Si la intención de Raimi era rodar un cómic de carne y hueso sin duda lo consiguió. Toda la película tiene una estética deudora de las páginas más baratas de Warren, EC, etc.
Sus aires de folletín y novela pulp casan a la perfección con unos efectos especiales totalmente "analógicos", donde las transparencias y los cromas se notan tanto que uno no puede dejar de pensar en su condición de homenaje a la serie B y, porqué no, a la Z.

Darkman se aleja totalmente del género superheróico puro. Su argumento, más cerca de un drama gótico, no tiene nada que ver con las historias planas de un señor enmascarado que se dedica a combatir el crimen.
En la película de Raimi la piedra angular es la venganza pura y dura. Peyton Westlake, o lo que es lo mismo Darkman, solamente tiene en su cabeza acabar con los que le desfiguraron, aunque para eso tenga que "convertirse" en ellos para embaucarlos al más puro estilo Yojimbo o la más conocida, pero que no dejaba de ser una nueva versión, Por un puñado de dólares.

Darkman, Sam Raimi, Liam Neeson

Darkman, Sam Raimi, Liam NeesonDarkman acabó teniendo cierto éxito, sus 50 millones de dólares recaudados, habiendo costado 16, hicieron pensar que los productores tenían entre manos una franquicia que explotar. Además de cómics, videojuegos, etc., la Universal siguió manteniendo viva la versión cinematográfica.

En el 92 se hizo un piloto para televisión. El personaje de Darkman fue interpretado por Christopher Bowen (un habitual de telefilms) y Larry Drake volvía a ser Robert G. Durant. El piloto, de apenas 30 minutos, ni siquiera llegó a ser emitido en tv ya que la Universal pensó que los resultados dejaban mucho que desear.

Tres años después, de la mano de Renaissance Pictures (productora de Raimi y Bruce Campbell) apareció directamente en vídeo Darkman II: El regreso de Durant, dirigido por Bradford May (especialista en telefilms y series) y con Arnold Vosloo (el malo de La momia) haciendo de Darkman y Larry Drake otra vez como Durant. La cinta, rodada en Canadá, tiene una factura técnica no muy conseguida, con más aires de telefilm que de serie B. Los momentos que son idénticos al primer film son exageradamente abundantes, lo que hace que nos venga un tufo a refrito que tira para atrás. Además de abundar el paliqueo y las escenas corte fantástico brillen por su ausencia.

La cosa debió funcionar, porque un año después nos volvíamos a encontrar una nueva cinta del personaje creado por Raimi en los videoclubs, Darkman III: Muere Darkman muere. De nuevo teníamos a May en la dirección y a Vosloo como el héroe. La sorpresa era en ver Jeff Fahey haciendo de malo. Aquí se añade algún elemento interesante, como esos tíos llenos de drogas hasta las cejas que salen a por Darkman. Por lo demás copian la muerte de Ted Raimi cuando le cercenan la cabeza y aunque la cinta no es ninguna maravilla se deja ver y entretiene infinitamente más que la segunda parte.

2 comentarios:

  1. A mi no me gustó ni la primera, me entretuvo y se puede ver pero es mala de cojones.

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  2. los que busquen una pelicula tipo superheroe convencional se veran decepcionados, es como bien dices una curiosa mezcla de frankenstein y fantasma de la opera incluso la mosca de cronenberg,a mi me encanto porque detesto las pelis de superheroes y me gusta el fantastico terror

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